16 de Octubre – Los lugares de Oktubre. Por Carlos Caramello.

Introducción
Carlos Caramello se pregunta en esta nota si no ha llegado la hora de inaugurar un nuevo lugar de octubre como mojón de la historia.
Por Carlos Caramello* (para La Tecl@ Eñe)
“Debemos ir en la dirección de nuestro máximo temor,
porque allí yace nuestra única esperanza”.
Gandalf, personaje de Tolkien
La Toma del Palacio de Invierno, que escenifica y da carnadura a la Revolución Bolchevique (magistralmente filmada por Serguéi Eisenstein) importa más en lo simbólico que en lo fáctico. Sus resonancias épicas, que han atravesado el tiempo con valor semántico, no condicen con lo que ocurrió en realidad.

>>>La pluma incendiada de Raúl Scalabrini Ortiz describió así el 17 de Octubre de 1945, cuando la masa fue a buscar a su líder y Juan Perón abandonó el hombre para construir el mito, ese que aún atraviesa e corazón y el ideario de tanto argentino de bien.>>>

16 de Octubre – Entrevista a Lamia Oualalou, autora de Jesús te ama. Por Eduardo Febbro desde París.

“Los evangelistas en Brasil ocuparon el espacio del Estado”. La investigadora franco-marroquí habla de cómo funciona la lógica de la “teología de la prosperidad” en el vecino país. Los evangelistas están en todas las esferas de poder: en el aparato judicial, en la política, en la policía.
La ficción es una disciplina que depende de la realidad. Esta, a veces, suele ser más impresionante que todas las ficciones juntas. El Brasil que está a punto de elegir a Jair Bolsonaro como próximo presidente de la República es una de las historias reales más ficticias que se puedan conjeturar. La periodista franco marroquí y especialista de América Latina Lamia Oualalou la cuenta desde su más insólita raíz: el movimiento evangélico que se apoderó del primer país católico del mundo y, desde allí, mucho antes de las elecciones presidenciales, derrotó a la izquierda brasileña en la intimidad de los templos de las múltiples iglesias evangélicas que pululan en el país. Su investigación periodística publicada en francés por les Editions du Cerf, Jésus t’aime, (Jesús te ama) es la crónica resplandeciente y rigurosa de un movimiento de vagos arraigos teológicos que fue trepando por la columna vertebral del país humilde y periférico abandonado por el Estado, la Iglesia Católica y la misma izquierda. >
Fuente: Página 12

https://www.pagina12.com.ar/149017-los-evangelistas-en-brasil-ocuparon-el-espacio-del-estado

16 de octubre – 17 de Octubre, la Justicia Social. Por Julio Ruiz

(Un texto de Octubre de 2015) “Era el pueblo de Mayo quien sufría, no ya el rigor de un odio forastero, sino la vergonzosa tiranía

del olvido, la incuria y el dinero.

>>>Existe la vieja discusión acerca del carácter espontáneo u organizado de la movilización obrera de ese día. Es obvio que para los representantes de la Argentina conservadora y oligárquica, sus medios de comunicación, todo estuvo orquestado, envasado en una especie de carnaval siniestro, en el que los que marchaban lo hacían manipulados, hipnotizados vaya a saber en virtud de qué oculta demiurgia satánica que los impelía a abrazar el mal, representado por el sonriente coronel. No muy distinta es la representación de la realidad que se hace hoy una parte de los argentinos respecto del gobierno actual. No puede haber una explicación racional, y si la hay ésta se ubica en la manipulación corruptérrima del pobrerío, supuestamente incapaz de razonar como la “gente normal”.

Lo cierto es que en la Argentina de 1945 se conjugaron diversos factores que contribuyeron a una natural defensa por parte los trabajadores de un proceso que se abrió a partir del 4 de junio de 1943
Publicado por CEAM

16 de Octubre 2018 Boletín 172 de la CEAM

Boletín Nº 172 de la CEAM. Para verlo sigue el enlace más abajo.
Secciones: Editorial de la Comisión de Exiliados Argentinos en Madrid, Leyes Reparatorias, Argentina, Juicios, España, Internacional, Opinión, Cultura/Historia Popular. Ver más noticias e información en nuestra página. BOLETIN Nº 172

Editorial Nº 172: “Por otro 17 de octubre” por *Enrique Martínez
El 17 de octubre de 1945 fue una pueblada histórica, que buscó recuperar un proyecto del que ya se conocían varios elementos desarrollados a lo largo de dos años.
No fue una revuelta contra un proyecto antipopular sino lo contrario: asumir masivamente el derecho de elegir el camino a seguir.
Todas y cada una de las protestas de estos años, por el contrario, forman parte de una resistencia popular frente al despojo y la asimetría distributiva, ejercidas desde instituciones públicas a las que un grupo político accedió por aplicación de reglas de juego aceptadas por todos los ciudadanos.
En consecuencia, los éxitos alcanzados por las protestas consisten en desbaratar intentos regresivos del gobierno, sin que eso lleve a reemplazar las acciones oficiales por otras que beneficien a las mayorías. En la mejor de las situaciones se consiguen paliativos, que atenúan los daños de alguna medida. Esa dinámica comenzó a poco de asumir Cambiemos y parece prolongarse indefinidamente.
upongamos que en ese contexto se llega a las elecciones de 2019 y los opositores a Cambiemos logran una alianza con potencial ganador en las urnas. ¿Sobre qué construirá su prédica?
Seguramente repetirá la estrategia de De La Rúa en 1999 o Macri en 2015: Poner el eje en lo que resulta indigerible para mucha gente, del gobierno a vencer.  La propuesta puede tener variada densidad de dibujos, pero en lo esencial, es probable que transmita este mensaje: no cometeremos los mismos errores; no dañaremos a los compatriotas. No mucho más.
Quien escribe esto pertenece a una categoría de involucrados visceral y a la vez racionalmente en la política, que consideramos imprescindible tener un diagnóstico y unos ejes de acción de carácter estructural, que permitan explicarnos a fondo la calesita en que estamos desde hace 40 años y cómo salir de ella para bien. O sea: conseguir de verdad que el neoliberalismo nunca más sea una opción.
Sin embargo, debemos admitir una pregunta dura: ¿cuánta gente reclama estos análisis para optar por otro tipo de gobierno? ¿Acaso muchos compatriotas no optaron en base a atributos menores de aquellos a quienes votaron y sobre todo de aquellos a quienes no votaron?
Podemos hacer una lista, larga lista, de frases vacías emitidas por personajes igualmente vacíos, que cosecharon millones de votos en este siglo. ¿Por qué se modificarán los criterios de esos votantes? ¿Sólo porque pagan un fangote de gas o electricidad y el desempleo es una amenaza creciente?
¿Acaso algo importante los convoca a pensar con alcance comunitario; cuáles son las causas y soluciones para la pobreza; entender por qué la pequeña producción agropecuaria es relevante para su vida; o mil preguntas más que son pertinentes para su destino y nunca se han hecho?
El 17 de octubre de 2018 nadie saldrá a la calle a defender conquistas sociales que surgieron de la galera de un líder inesperado, como sucedió en 1945. Tampoco esa emergencia será fruto de discutir teóricamente qué debe suceder al capitalismo, con modalidades que utilizaban los sindicatos de principios del siglo 20.
Si se produjera una movilización sería seguramente para resistir, para oponerse al vaciamiento de nuestros bolsillos, pero seguramente en términos que reclamarían a Cambiemos que nos deje de joder, que no nos asfixie. Ni siquiera tendríamos consenso para reclamarle qué debería hacer, para conseguir un armisticio en su agresión masiva.
Eso no es suficiente. No solo para volver a enamorar, como decía Antonio Cafiero allá lejos. No es suficiente para trasladar el eje de la angustia popular hacia terrenos más fértiles, en que nos animemos a construir espacios de apropiación comunitaria, que alimenten nuestra ansiedad por defenderlos de cualquier agresión.  Organizarnos para garantizar la producción y el consumo de alimentos o de indumentaria; para saber cómo se logra el mejor acceso a la vivienda popular y presionar al poder para contar con los recursos; para recuperar el sentido comunitario de los servicios públicos y el derecho de todo argentino a disponer de ellos; son ejes convocantes, atractivos para muchos, que les dan sentido a muchas peleas. Son ejes que a poco de comenzar pensados y ejecutados, construirán liderazgos sociales diferentes del marketing berreta que ya lleva demasiados años desde que un berreta pudo vencer en las urnas a un político de fuste con consignas como “alica, alicate”. Esos liderazgos sociales representarán soluciones concretas para mucha gente, lo cual reforzará en muchos compatriotas las ganas de pelear por ellas.
Tal vez entonces sea imaginable otro 17.
*Instituto para la Producción Popular
Fuente: Agencia APU
http://www.agenciapacourondo.com.ar/relampagos/por-otro-17-de-octubre-por-enrique-martinez

CEA-Madrid, 16 de Octubre 2018