27 de Mayo – El testimonio que llega desde EEUU. Por Bárbara Komarovsky. Fotos Lucrecia Da Representaçao

Información de imagenSobreviviente de la última dictadura, Eduardo Pulega era obrero de la Ford cuando fue secuestrado dentro de la planta. Ante el tribunal que juzga a directivos de la compañia por delitos de lesa humanidad, habló de su cautiverio durante cinco meses y denunció que a partir de 1975 se aceleró la producción de autos: en la jornada de ocho horas de trabajo pasaron de fabricarse 80 a 120 unidades.
Pulega entró a trabajar a fines de 1972 o principios de 1973 con 22 años en la compañía de capitales estadounidenses en el sector de Subarmado, donde se hacían las terminaciones del auto, se colocaba el logo, los faroles, el capot. Luego lo asignaron a cargo del teletipo, que establecía el número de autos que debían producirse en un día. >
Fuente: Revista Haroldo
http://revistaharoldo.com.ar/nota.php?id=300