17 de Septiembre – El precio de una rebeldía. Por Pablo Papini.

Sobre la denuncia de Nisman contra CFK: operaciones, los efectos de un kirchnerismo lanzado al vacío y las trampas de una causa trabada en el pantano de la impunidad.
Todas las causas judiciales operadas contra Cristina Fernández de Kirchner para sacarla de la cancha en la que la mantienen sus votos (pocos para volver a la presidencia, demasiados para jubilarla) tienen flaquezas legales ostensibles. Pero ninguna es tan burdamente inconsistente como la denuncia del ex fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, por presunto encubrimiento del atentado.
>>>Cuando CFK ordenó negociar con Irán el famoso documento de entendimiento decidió en sentido correcto. Así, el Estado argentino, por primera vez en casi dos décadas, intentó comenzar a desandar la ruta del ocultamiento que casi sin excepciones todos han acatado desde que todavía no se había evaporado el polvo de los escombros del edificio derruido. Pero desató con ello reacciones poderosísimas que no supo evaluar, y/o para cuyo contragolpe no se pertrechó bien. La mano metida en la ex SIDE fue una profundización de esa línea, porque los servicios de inteligencia locales, y su relación con los de EEUU e Israel, son la base de lo que Jorge Lanata –por citar a uno de los antikirchneristas que cambió de opinión llamativamente en este asunto, otro es Gabriel Levinas– llamó cortinas de humo. Es que, justamente, el espionaje doméstico se insubordinó a su mando natural a partir del giro geopolítico que implicó el Memorándum.>>>
Fuente: Revista ZOOM
http://revistazoom.com.ar/el-precio-de-una-rebeldia/