Introducción
la escalada represiva proviene de la propia naturaleza suicida del programa económico que no cierra sin violencia. La actitud oficialista confirma la desaparición forzada de Santiago Maldonado a través del arsenal de pistas falsas desplegado por medios monopólicos, la infiltración de provocadores en marchas y las feroces “razzias” policiales.
Por E. Raúl Zaffaroni* (para La Tecl@ Eñe)
Estamos asistiendo a algo que, en verdad, no creímos volver a ver. A los veteranos nos produce una sensación extraña, porque por un lado nos entristece y por otro nos rejuvenece, aunque no del modo que lo desearíamos. Vuelven antiguas técnicas represivas, para cuya defensa nos habíamos entrenado hace décadas: infiltran provocadores, detienen a mansalva a quienes se quedan en la zona después de la desconcentración, inventan “terroristas” (ahora Mapuches-kurdos), desmoralizan para que la ciudadanía se asuste y no vaya más a concentraciones, que sólo vayan los muy comprometidos y de ese modo reprimirlos, etc.
En tiempos pasados, entre otras cosas, se sabía cómo detectar a los infiltrados y sacarlos no muy cortésmente, también que debíamos desconcentrarnos en orden y en grupos y rápidamente, no quedarnos en la zona, pero hoy eso se ha olvidado, porque por fortuna pasaron unos cuantos años sin que estas burdas maniobras de “inteligencia/represión” se llevaran a cabo.>
Fuente: La Tecla Eñe
http://www.lateclaene.com/ral-zaffaroni-represin-y-desaparicin-