Introducción
El macrismo no es una hegemonía sostiene Jorge Alemán sino el reflejo en la política de los procedimientos del capitalismo contemporáneo sostenido por mantras semánticos producidos por los dispositivos de poder. La denominada grieta es el antagonista necesario para la transmisión de un proyecto contrahegemónico en el interior del neoliberalismo. El deber ético de la izquierda es realizar la lectura pertinente para que el antagonismo haga su trabajo y que el mismo alcance su orden instituyente.
Jorge Alemán* (especial para La Tecl@ Eñe)
El macrismo no es una Hegemonía, es la herramienta por excelencia política del Poder. La hegemonía, en cambio, se construye con lo que «no hay » y exige , en el sentido riguroso del término, una invención de lo político que asuma un antagonismo instituyente y constitutivo que siempre opera como una frontera irreductible. La Hegemonía es por tanto inestable, siempre inacabada, porque articula diferencias que deben ser reunidas sin disolver su heterogeneidad de principio. Luchas múltiples de distintos movimientos sociales deben encontrar una concatenación que las reúna en un proyecto popular y transformador y sin una identificación definitiva. La hegemonía es rara, es un acontecimiento que desafía los poderes homogéneos del capitalismo totalizante y megaconectado.>
Fuente: La Tecla Eñe
http://www.lateclaene.com/jorge-alemn-macrismo-poder-y-hegemona
El macrismo no es una hegemonía sostiene Jorge Alemán sino el reflejo en la política de los procedimientos del capitalismo contemporáneo sostenido por mantras semánticos producidos por los dispositivos de poder. La denominada grieta es el antagonista necesario para la transmisión de un proyecto contrahegemónico en el interior del neoliberalismo. El deber ético de la izquierda es realizar la lectura pertinente para que el antagonismo haga su trabajo y que el mismo alcance su orden instituyente.
Jorge Alemán* (especial para La Tecl@ Eñe)
El macrismo no es una Hegemonía, es la herramienta por excelencia política del Poder. La hegemonía, en cambio, se construye con lo que «no hay » y exige , en el sentido riguroso del término, una invención de lo político que asuma un antagonismo instituyente y constitutivo que siempre opera como una frontera irreductible. La Hegemonía es por tanto inestable, siempre inacabada, porque articula diferencias que deben ser reunidas sin disolver su heterogeneidad de principio. Luchas múltiples de distintos movimientos sociales deben encontrar una concatenación que las reúna en un proyecto popular y transformador y sin una identificación definitiva. La hegemonía es rara, es un acontecimiento que desafía los poderes homogéneos del capitalismo totalizante y megaconectado.>
Fuente: La Tecla Eñe
http://www.lateclaene.com/jorge-alemn-macrismo-poder-y-hegemona