Imagen:Julian Assange, junto al excanciller ecuatoriano Ricardo Patiño en una reunión en Londres. 2013. Xavier Granja Cedeño/ Cacillería de Ecuador.
Tras seis años de confinamiento, incomunicado y aislado, el imperio se cobra su cuenta.
A principios de abril, Joseph Di Salvo, subcomandante del mando sur (Southcom) del ejército de Estados Unidos, visitó Quito. El asunto de su visita era la negociación para la reapertura de una base militar americana en Ecuador. El anterior presidente, Rafael Correa, la cerró y su sucesor, Lenin Moreno, quería restablecer el tradicional vasallaje a Washington: “estrechar las relaciones de seguridad entre ambos países”.
En 2012 el gobierno de Correa fue muy valiente al brindar asilo político a Julian Assange en su embajada en Londres. El fundador de Wikileaks cometió el delito de documentar algunos de los crímenes de guerra de Estados Unidos en Afganistán e Irak. Más tarde reveló los pucherazos del Comité Nacional del Partido Demócrata de Estados Unidos para reventar la campaña de Bernie Sanders en las primarias de las presidenciales de 2016. >
Fuente: CTXT
http://ctxt.es/es/20180606/Politica/20056/Assange-embajada-Londres-medios-comunicacion-venganza.htm