La libertad de expresión debe garantizar el derecho a la
comunicación para todos, de manera inclusiva y no diluyente, porque es un derecho humano esencial individual y social. En función de lo cual, no cabe el condicionamiento tecnológico-comunicativo a acceder a tener frecuencias de radio y TV y menos reservar las mismas sólo a los que detentan fines comerciales.

Resulta necesario, en consecuencia, que se busque asegurar condiciones estructurales que ayuden que se pueda dar una expresión de ideas, sin discriminaciones y menos dependiendo sólo de la lógica de los mercados.>
Fuente: ARBIA