Del mismo modo en que, por decreto, pretende devolver una parva de documentos secretos y confidenciales relativos al atentado a la AMIA a quienes se los negaron y escamotearon a la justicia (y a sus mandantes de la CIA y el Mossad), lo mismo que cuando modificó por decreto la Ley de Blanqueo de Capitales renegridos para, violándola abiertamente, su hermano, socios y amigos pudieran lavar centenares de millones sin siquiera repatriarlos: igual que hizo con la superconsensuada Ley de Medios, ahora Macri hizo tabla rasa con la Ley de Acceso a la Información Pública y con la (des) protección de los datos personales (que ya deben estar en manos de la NSA y de váyase a saber qué empresas privadas de esas que diseñan publicidad individualizada que tanto les gusta a Durán Barba y Marcos Peña). >
Fuente: Pajaro Rojo
http://pajarorojo.com.ar/?p=36054