La autora de este texto es hija de una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, que el 30 de abril de 1977 hicieron su primera ronda. A 40 años de ese hecho gigante repasa aquellos días de ausencia que se hacía carne y grito. «Una madre que se va convirtiendo en Madre es, simplemente, imparable”, escribe y adelanta: “Ellas no son pasado. Siguen hoy mismo sembrando nuestro futuro”.
Playa de Málaga, en España, casi desierta al atardecer. Mi madre y yo allí, en agosto de 1983. Silencio por fuera, silencio del vacío en el corazón. Un cuidador va cerrando las sombrillas mientras tararea –para sorpresa mía- no una canción andaluza sino un tango. Le digo a mamá que escuche. El hombre canta, bajito:
Playa de Málaga, en España, casi desierta al atardecer. Mi madre y yo allí, en agosto de 1983. Silencio por fuera, silencio del vacío en el corazón. Un cuidador va cerrando las sombrillas mientras tararea –para sorpresa mía- no una canción andaluza sino un tango. Le digo a mamá que escuche. El hombre canta, bajito:
Con Malvina o sin Malvina
grito tu nombre por las esquinas
mientras que los generales
se dan al tango por los portales.
Tango de las Madres locas
locas de amor y silencio.
¡Con vida se los llevaron
y con vida los queremos!
grito tu nombre por las esquinas
mientras que los generales
se dan al tango por los portales.
Tango de las Madres locas
locas de amor y silencio.
¡Con vida se los llevaron
y con vida los queremos!
Mamá le dice, cuando se acerca y nos saluda: «Me emociona su canción. Soy una de las Madres de Plaza de Mayo». Y él contesta la frase más adecuada: «Lo siento mucho, señora».
Un hombre sencillo, que comprende las cosas.
El Tango de las Madres Locas fue obra de un gran poeta y cantautor, el granadino Carlos Cano, muerto demasiado joven (54 años) en el año 2000. Carlos Cano había escuchado por televisión a mi madre y a Hebe de Bonafini durante la gira de denuncia que ambas hicieron por varios países europeos a principios de 1983, y conmocionado se levantó para crear ese tango en que, graciosamente, omite la “s” de Malvinas por razones de métrica… pero acierta en lo hondo. >
Fuente: Revista Haroldo
Un hombre sencillo, que comprende las cosas.
El Tango de las Madres Locas fue obra de un gran poeta y cantautor, el granadino Carlos Cano, muerto demasiado joven (54 años) en el año 2000. Carlos Cano había escuchado por televisión a mi madre y a Hebe de Bonafini durante la gira de denuncia que ambas hicieron por varios países europeos a principios de 1983, y conmocionado se levantó para crear ese tango en que, graciosamente, omite la “s” de Malvinas por razones de métrica… pero acierta en lo hondo. >
Fuente: Revista Haroldo