El pedido de perdón es una de las más complejas formas de la relación entre los hombres. Si bien no tiene el valor de suspender el acto que origina un daño, permite continuar el vínculo entre ofensor y ofendido por un convenio social de aceptación que evite el duelo, la guerra o la ruptura. Este convenio no involucra necesariamente una persuasión profunda. Por eso, para muchos se hace dificultoso perdonar si se pidiera un cambio de opinión íntima sobre un agravio recibido, y en el entendimiento de que eso no es posible, quizás se sustituye por la clemencia o la indulgencia. >
Fuente: Pagina 12
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