Con nuestro duelo, vaya nuestro reconocimiento.
Con mucha pena nos toca despedir a un argentino ejemplar -a quien trataremos de reseñar en los siguientes enlaces- con el merecido homenaje por su valía como profesional, consecuente con la alta función social que le tocó cumplir en la Dirección de el Consejo Federal de Inversiones.
El CFI, organismo de la República Argentina creado para estudiar, implementar y subvencionar proyectos federales de desarrollo, en suma, en beneficio de quienes nacen o habitan en algún lugar cualquiera de toda la extensión de nuestro país.
Estoy despidiendo con mucha pena al Ingeniero Juan José Ciacera, quién pudo ir cumpliendo tenazmente con la vocación de un provinciano argentino que, providencialmente y por sus méritos profesionales, durante más de 30 años dirigió el Consejo Federal de Inversiones.
Consecuente y fiel con sus orígenes, como cuyano, mendocino de nacimiento y, muy particularmente, como él siempre lo quiso expresar, sanjuanino por adopción, porque cursó sus estudios universitarios en la Facultad de Ingeniería en La Universidad de Cuyo en San Juan, y, lo más feliz -sin ir muy lejos- contrajo matrimonio con una sanjuanina,
Estela García Colantonio que le acompañaría hasta el último día de su vida.
Justo Barboza (de la Comisión de Exiliados Argentinos en Madrid