21 de Abril – Con el Jesús en la boca. Episodio #30 de las “Memorias de un niño peronista”. Por Teodoro Boot.

No me podía sacar de la cabeza la idea de que el tío Polo andaba con putas.
Polo siempre había sido muy propenso a transgredir las más milenarias prohibiciones, como bañarse siempre después de comer -y lo hacía abundantemente-, tanto antes de irse a dormir o como de salir de garufa los sábados a la noche. Es cierto que nunca lo vi comer sandías después de tomar vino en los almuerzos de los domingos, pero eso podía ser una concesión a la sensibilidad de mi vieja y mi tía, que por esos días andaban con el Jesús en la boca.
El Jesús de los espiritistas estaba casado, y no con cualquiera, sino nada menos que con María Magdalena, de manera que mi tía no tenía por qué horrorizarse tanto de que Polo anduviera con putas. Aníbal, el mayor de los hermanos de mi vieja, lo explicó así durante la cena de Navidad del año anterior, cuando todavía gobernaba Perón: >
Fuente: Revista ZOOM

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