Cien años de un clásico del cine que parece haber sido filmado mañana.
Nunca había visto El pibe (The Kid, 1921). Hasta que alguien por Twitter —Eduardo Solari (@Foyel): ninguna relación con el Indio, más allá de la devoción por él que confiesa— me avisó que el clásico protagonizado y dirigido por Charlie Chaplin cumplía un siglo en estos días y preguntó si pensaba escribir sobre el tema. No era mi intención, pero me tenté. Entré en YouTube y descubrí una copia buena. Dura menos de una hora, es la versión que Chaplin pulió y reeditó a comienzos de los ’70. No me considero chaplinófilo, y sé que hay que estar en vena para ver una peli muda en blanco y negro. Pero me compró de inmediato. El primer cartel que asomó parecía conocerme, fue como si me interpelase personalmente: «Una película con una sonrisa — y, quizás, una lágrima». (A picture with a smile — and perhaps, a tear.) Pocas cosas me gustan más que las historias que me hacen ir y venir entre la risa y el llanto. Y el encanto de Jackie Coogan, el niño del título, me pudo a simple vista. Con los años, esa criaturita se convirtió en el Tío Lucas de Los locos Addams: gordo, calvo, ojeroso — y todavía lleno de gracia.>
Fuente: El cohete a La Luna
https://www.elcohetealaluna.com/que-pibe/