11 de Julio – Un desalojo que no se cocinó. Por Nora Veiras.

Hebe de Bonafini esperó a los síndicos cocinando en la sede de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Hebe de Bonafini esperó a los síndicos cocinando en la sede de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Imagen: Pablo Piovano

Hebe de Bonafini y un grupo de Madres recibió en la cocina a los síndicos enviados por el juez que maneja la quiebra de la Fundación. La orden de clausura y desalojo no se concretó porque en la sede de Congreso funciona la Asociación.
A las 12.15 el aroma de la colita de cuadril que había empezado a dorarse en la cacerola de la cocina de las Madres de Plaza de Mayo invadía todo. Mercedes “Porota” de Meroño, Rosa de Camarotti, Claudia de San Martín y Josefa de Fiore hilvanaban anécdotas sentadas a la larga mesa del comedor diario. Enfundada en un delantal de cocina con la leyenda Le Mamme Antifascite de Loncavallo. Spegni la televisione e vieni in manifestazione  y afilando una cuchilla, Hebe de Bonafini interrumpió su faena cuando se abrió la puerta. Entró el grupo de síndicos, enviado por el juez en lo Comercial Fernando Perillo, munido de una orden de clausura y desalojo de la sede en el marco de la quiebra de la Fundación por los juicios indemnizatorios de los ex trabajadores del proyecto Sueños Compartidos.>
Fuente: Pagina 12

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