Duró poco la excitación de la derecha latinoamericana. Una vez más anunciaban la caída de Maduro, el fin del régimen bolivariano en Venezuela, la instalación, finalmente, del gobierno que duró pocos minutos en 2002. (En aquel momento la revista brasileña Veja alcanzó a dar su portada con la caída de Hugo Chávez.)
Gobernantes, medios, parlamentarios, casi todos se preparaban para comprar pasajes y partir hacia la Caracas liberada. En Brasil, un columnista de Folha de Sao Paulo aconsejaba a Maduro que se fugara mientras tuviera tiempo.
En Davos, presidentes de derecha se reunían para sacar comunicados de reconocimiento del nuevo presidente de Venezuela. (Ninguno se dispuso a viajar directo a Caracas.)>
Fuente: Pagina 12