Sobre esto quisiéramos señalar algunos elementos importantes:
No hay reconciliación posible entre víctimas y victimarios, particularmente cuando estos no han dado ni un solo paso en ese sentido: siguen afirmando que lo que hicieron fue lo correcto, siguen sin dar información sobre los detenidos-desaparecidos, siguen sin dar información sobre los entonces niños apropiados, siguen en una cadena de silencio y complicidad cuyas resonancias siguen día a día presente en la sociedad.
Si de “tiempo de reflexión” se trata, quizás la Comisión Episcopal Argentina (CEA) debiera comenzar por revisar sus propios archivos, y convocar a los capellanes militares para conocer de “propia mano” las complicidades y activa participación en un terrorismo de estado del cual varios de sus miembros fueron responsables y ejecutores. Si lo que pretenden es – a 41 años del golpe cívico-eclesiástico-militar – saber qué pasó, seguramente tendrán buen material en sus propios archivos.>
Fuente: Nac&Pop
http://nacionalypopular.com/2017/05/05/victimas-y-victimarios/