A vivir viaja a este pueblo aragonés para rescatar la vida y la muerte de 21 personas asesinadas.
Entre agosto y septiembre de 1936, 21 personas fueron asesinadas en Pomer. En este pequeño pueblo montañoso de Aragón no hubo guerra, pero sí venganzas personales, odio y castigo a quienes se habían atrevido a apoyar a las fuerzas de izquierda en plena República. Desde el 18 de julio de 1936, pensar diferente, estaba prohibido.
Desde aquel verano en que España se despertó un día en guerra, la vida de los abuelos, los padres o los hijos de los asesinados cambió para siempre. Dionisio Lezcano, Saturio Lezcano, Francisco Horno, Irene Martínez, Francisco Lezcano, Pilar Pastor, y muchos más, nunca regresarían a casa. Sí lo hicieron los requerimientos judiciales para llamarles ante un tribunal después de muertos, sí llegaron las incautaciones de tierras, y las multas, y el miedo.
>>>“En el colegio nos decían que éramos los hijos de los rojos asesinados y nos llamaban comunistas” recuerda Silvina. Casimiro hace memoria: “A mi abuela Benita le mataron a varios hijos, nietos y sobrinos y violaron a una de sus nietas”. “Mi madre se descomponía cada vez que veía un tricornio” dice Luisa.»>>>
Fuente: Cadena SER
http://cadenaser.com/programa/2017/12/17/a_vivir_que_son_dos_dias/1513492472_647674.html
Entre agosto y septiembre de 1936, 21 personas fueron asesinadas en Pomer. En este pequeño pueblo montañoso de Aragón no hubo guerra, pero sí venganzas personales, odio y castigo a quienes se habían atrevido a apoyar a las fuerzas de izquierda en plena República. Desde el 18 de julio de 1936, pensar diferente, estaba prohibido.
Desde aquel verano en que España se despertó un día en guerra, la vida de los abuelos, los padres o los hijos de los asesinados cambió para siempre. Dionisio Lezcano, Saturio Lezcano, Francisco Horno, Irene Martínez, Francisco Lezcano, Pilar Pastor, y muchos más, nunca regresarían a casa. Sí lo hicieron los requerimientos judiciales para llamarles ante un tribunal después de muertos, sí llegaron las incautaciones de tierras, y las multas, y el miedo.
>>>“En el colegio nos decían que éramos los hijos de los rojos asesinados y nos llamaban comunistas” recuerda Silvina. Casimiro hace memoria: “A mi abuela Benita le mataron a varios hijos, nietos y sobrinos y violaron a una de sus nietas”. “Mi madre se descomponía cada vez que veía un tricornio” dice Luisa.»>>>
Fuente: Cadena SER
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Subnotas
La dificultad de encontrar
Un análisis con Gervasio Sánchez y Julián Casanova
Un análisis con Gervasio Sánchez y Julián Casanova
Las albarcas de una persona ejecutada en el cementerio de Pomer. / Miguel Ángel Capapé
Fuente: Cadena SER
http://cadenaser.com/programa/2017/12/17/a_vivir_que_son_dos_dias/1513493535_412967.html