1º de Diciembre – Hoy me despidieron de la fábrica. Texto: Arístides Groisman

Imagen: Sin Pan y Sin Trabajo, Óleo de Esteban de la Cárcova.
No suelo escribir de cosas privadas por aquí, pero tengo la necesidad de hacerlo. Por otra parte, esto que me sucede, nos está sucediendo a todos los laburantes en casa o en los lugares de trabajo con algún compañero.
Hoy me despidieron de la fábrica. Marqué tarjeta un rato antes de las 6, como lo hice durante los últimos 7 años, 6 meses y 22 días de mi vida de lunes a viernes.
De lunes a viernes levantarse a las 4:30 vestirse, lavarse la cara, cepillarse los dientes, agarrar las llaves del auto y salir. Para ahorrar gastos de viaje, levantar en el camino compañeros y continuar rápido el viaje. Ir casi dormido hasta la máquina de café y sacar un cortado con sabor a nada y olor a malta.
Casi cerca del medio día me vinieron a buscar en un auto a mi puesto de trabajo. Uno de mis compañeros entendió antes que yo y me saludó con un abrazo. Me llevaron hasta la garita de al lado del molinete… ese lugar donde está marcado el limite a todo el palabrerío idealista de los embellecedores del capital. Me informaron que estaba despedido sin causa, las palabras a esa altura eran todas iguales, decían todas lo mismo. Sólo podía distinguir algún énfasis, alguna tonalidad disonante.>

Fuente: Nos disparan (original de La Tinta)