Opinion/España Felipe y Podemos . Por Manolo Rivas. En España, de las elecciones europeas, ha salido una gran bandada de electores estorninos con la denominación Podemos

En España, de las elecciones europeas, ha salido una gran bandada de electores estorninos con la denominación Podemos, eso que en tecnopolítica definen como “potencia de las multitudes conectadas”. La forma de volar de los estorninos, que en inglés tiene por buen nombremurmuration, demuestra que la capacidad de ficción no solo reside en los humanos. Como empujados por una imaginación solidaria, los estorninos componen en el cielo nubes o figuras que simulan aves gigantescas con el propósito de disuadir a las rapiñas. Con miles de vidas reales construyen un mito para defenderse de los depredadores. En los bordes se despliegan los ejemplares más fuertes, y en el centro aletean los más débiles. Hay pocas representaciones más fascinantes que la danza de esas nubes emigrantes. Por tener vocación de rapiñas, o por simple estupidez, en algunas de nuestras ciudades la autoridad competente se empeñó en expulsar a los estorninos. En su ignorancia, al principio contrataron a una empresa que utilizaba halcones. Pero eran estos los que huían aterrorizados por la imaginación vanguardista de los estorninos. Recurrieron entonces al llamado “hombre cañón”, un operario con una especie de lombarda atada con un arnés a la espalda que iba lanzando zambombazos por los parques donde se posaban a descansar los pájaros. Me ha sorprendido mucho la salida en tromba de Felipe González como “hombre cañón” contra los electores estorninos. En realidad, el mensaje de Pablo Iglesias, fundador de Podemos, es en esencia el mismo que el del tipógrafo Pablo Iglesias, fundador del Partido Socialista Obrero Español. Es el programa que contiene la Declaración Universal de los Derechos de los Estorninos. No son las “alternativas bolivarianas” lo que amenaza Europa. La “catástrofe” ya ha ocurrido, señor González: el avance pútrido de los ultra-depredadores, victoriosos nada menos que en Francia y Reino Unido. Una vergüenza a ojos del mundo. Una muestra más de que nuestro establishment político está con encefalograma democrático plano.<
Fuente: El Pais
http://elpais.com/elpais/2014/05/30/opinion/1401457329_292006.html