El año es 1958. Pier Paolo Pasolini acaba de conocer a Laura Betti por intermedio de Alberto Moravia y Elsa Morante, la pareja estrella de la intelectualidad romana. La Betti viene huyendo de la corrección provinciana de Bologna con su electrizante unipersonal de music-hall. Pasolini ha llegado a Roma para ser el escritor que en el Friul le impidieron ser (usaron sus poemas como evidencia para arrebatarle su cargo de maestro en un ignominioso proceso judicial). Los dos se han reconocido al instante como almas gemelas, en esa Roma que ya es casa tomada por la dolce vita que Fellini habrá de inmortalizar en breve (Federico le regalará a Pier Paolo su primer coche, un Fiat 600, en agradecimiento por haberle presentado a la Betti, a quien dará un papel en La Dolce Vita, permitiéndole que se escriba ella misma sus parlamentos).>
Fuente: Pagina12
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-310051-2016-09-23.html