«La profesionalización de la labor del historiador lleva muchas veces a la tentación de sentirse un descollante ‘refutador de leyendas’, encontrando ‘teorías conspirativas’ sobre temas que más bien pueden ser interpretados como puertas entreabiertas a nuevas indagaciones».
La profesionalización de la labor del historiador lleva muchas veces a la tentación de sentirse un descollante “refutador de leyendas”, encontrando “teorías conspirativas” sobre temas que más bien pueden ser interpretados como puertas entreabiertas a nuevas indagaciones. Pero muchas veces la novedad desmitificadora suele ser añeja, y de efectividad tan deslumbrante y efímera como la aurora boreal. Tal es el caso de la negación de la implicancia británica en la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay (1864-1870), que tuvo un nuevo intento en una nota de Victoria Baratta por Perfil en la edición del 23 de febrero del corriente.>
Fuente: Agencia APU