Inspirador no demasiado remoto ni demasiado oculto, y hasta sugerido quizás, por el apellido del protagonista, del “glíglico” de Rayuela (el lenguaje que inventan, a efectos eróticos, la Maga y Horacio Oliveira en los capítulos 20 y 68 de la novela de Julio Cortázar), Oliverio Girondo fue el más verdadero, lingüística y poéticamente hablando, de los vanguardistas de Florida, “desde que fuimos nosotros, los americanos, quienes hemos oxigenado el castellano, haciéndolo un idioma respirable, un idioma que puede usarse cotidianamente y escribirse de <americana>, con la <americana> nuestra de todos los días…”. Quienes, en la lengua literaria, lijaron lo sobrante que venía de la tradición y del Modernismo, y fundaron, a la manera de César Vallejo en el mundo andino, una lengua poética para el Río de la Plata. >
Creada en 1999 para mantener la memoria, exigir justicia e impulsar la Ley de Reparación del Exilio cuya primera presentación al Parlamento data de 1998 La promulgación de la "Ley de Reparación del Exilio", uno de nuestros objetivos desde 1999, cuando creamos CEAM, nunca ha sido promulgada por los legisladores argentinos