24 de Junio – La Guerra de los Mundos. Por Teodoro Boot.

El traficante en uso de la presidencia del Banco Central Nicolás Caputo apeló a un antiguo refrán –“No hay mal que por bien no venga”– para justificar el acuerdo con el FMI.
A su juicio, la crisis económica, los déficit gemelos, la alta inflación, la recesión, desindustrialización, destrucción de las economías regionales, caída de los salarios, colapso de los sistemas de salud y educación y la simultánea disparada del dólar y las tasas de interés, serían los males necesarios para arribar a un acuerdo que sólo un imbécil o un malvado podría tildar de “bueno” o “positivo”.
Salvando las distancias, lo de Caputo equivaldría a congratularse de que un tren nos dejara sin piernas ya que en lo sucesivo nunca más tendríamos que cortarnos las uñas de los pies. Salvando las distancias, insistimos, porque, al menos, cortarse las uñas de los pies puede volverse cada vez más molesto a medida que avanzan la edad y el perímetro de la cintura, mientras que ningún acuerdo con el FMI ha sido jamás beneficioso para nadie, excepto el FMI, los comisionistas o “contactos de cuenta” y los especuladores financieros, entre quienes, hemos de admitir, descuellan el propio Caputo y sus secuaces Cañonero, Dujovne, Sturzenegger y etcétera, etcétera. >
Fuente: Nac&Pop
http://nacionalypopular.com/2018/06/23/la-guerra-de-los-mundos/