30 de Octubre – Indignación popular en Bolivia-SERPAL 550 Por Carlos Iaquinandi Castro

«Si muero, muero, pero siquiera uno ha de quedar
 para seguir, para continuar…» Dolores Cacuando, dirigente indígena nacida en Cayembe, Ecuador en 1881.
El pasado 22 de Octubre, días después de las elecciones que dieron el triunfo por amplio margen al MAS, Movimiento al Socialismo, el secretario de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Carlos Orlando Gutiérrez Luna y otro compañero fueron golpeados en dos ataques diferentes perpetrados por grupos fascistas.
Gutiérrez Luna fue ingresado en la Clínica CEMES de la ciudad de La Paz, donde posteriormente se informo que se encontraba estable. Ayer miércoles, cuando estaba prevista su alta médica, sorpresivamente comunicaron a su familia que había fallecido. El dirigente sindical había integrado las listas del MAS en las elecciones.

Un comunicado de su organización expresa que “los fascistas han creado mucho odio entre su gente en su estrategia desesperada para impedir que los ganadores de las elecciones del 18 de octubre, nuestros queridos hermanos Luis Arce y David Choquehuanca  asuman el 8 de noviembre  como presidente y vice del Estado Plurinacional de Bolivia”. El MAS ha pedido la investigación de los hechos al gobierno de facto.
Este asesinato del máximo dirigente sindical minero, conmociona al pueblo boliviano y pone en evidencia la violencia de los sectores de la oligarquía de ese país, que tiene su epicentro en la región de Santa Cruz de la Sierra, donde reside Luis Fernando Camacho, que lideró con sus grupos de choque el golpe de hace un año que derrocó al presidente constitucional Evo Morales, con la falsa denuncia de fraude electoral.  En las recientes  elecciones del 18.10-2020 convocadas por los golpistas,  el MAS no solo ganó en las mesas objetadas sino que en varias de ellas lo hizo por un margen superior al 90 por ciento de los votos. Camacho se presentó como candidato presidencial resultó 3º,  y no alcanzó el 14% de los votos, contra el 55% de Luis Arce del MAS.  En algunas ciudades importantes, como Oruro apenas sobrepasó el 1%,  y en la capital, La Paz, apenas el 0,7 de los votos. Camacho representa las minorías oligárquicas, latifundistas y racistas de Bolivia.
El diario “Página 12” de Buenos Aires, publicó:
El día de la victoria electoral por aplastante mayoría, Orlando Gutiérrez lucía su casco minero de color rojo con las imágenes del Che Guevara, el tío de los socavones – un personaje mítico- y el nombre de Colquiri, su terruño. Mascaba coca y se lo percibía muy feliz. Un periodista que le salió al paso le preguntó lo que sentía por la vuelta del MAS al gobierno y no se aguardó nada, como era casi siempre él.  “Este triunfo lo vivo con conciencia de pueblo, porque con el pueblo no se juega, cuando el pueblo ve afectados sus intereses colectivos, sobre todo los de una Bolivia para las futuras generaciones, sale a las calles. Solo nosotros podíamos hablar de revolución, tanto en las calles como en las urnas. Les hemos dado un sopapo, un revés. Hemos votado contra la discriminación, contra la prepotencia, porque han lastimado a lo más profundo de los bolivianos, nuestra pollera, nuestra Wiphala, la Pachamama, nuestras tradiciones ancestrales”, dijo aquel domingo 18 de octubre el referente minero, a quien se atribuía que podía ocupar la jefatura del Ministerio de Trabajo en el gobierno electo de Arce.
Adjuntamos uno de los videos recibidos que nos envían los compañeros del dirigente sindical minero asesinado en Bolivia.
https://www.facebook.com/173760819652922/videos/848508469225277/?sfnsn=mo
* Carlos Iaquinandi Castro
Redacción de SERPAL
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