
Obra: San Martín en Boulogne-Sur-Mer (Instituto Bernasconi).
«Es la hora melancólica del atardecer. Frente al sol que declina allá a lo lejos, otro sol, en ocaso, contempla el símbolo de su propio crepúsculo, y piensa que así como aquél surgirá mañana nuevamente en la belleza de una aurora triunfal, también él verá el triunfo de su aurora en la posteridad de su país.

Breve briografía de Antonio Alice (1886-1943)

>>>Dice Mr. Gérard que «ce vieillard» -San Martín- a pesar de sus años, se mantenía sano y fuerte, como si tuviera músculos de bronce. No obstante su carácter reservado, cuando se paseaba diariamente, según su costumbre, por la ribera acantilada de Boulogne, deteníase a conversar con los obreros del puerto, y sobre todo, con los pescadores, cuya charla pintoresca lo encantaba. ¡Aquellas gentes humildes ignoraban que ese anciano de rostro sugestivo y de mirada penetrante, fuese el Libertador de Sud América!
>>>Atraía mayormente su atención -dice Mr. Gérard- el espectáculo de los barcos que llegaban y, sobre todo, los que partían con rumbo a su patria llevándose en el temblor de las velas movidas por el viento, toda la nostalgia dolorosa de su corazón. De pie, sobre las rocas, San Martín contemplaba, por largo rato, al buque que partía hacia esa tierra amada; a esa tierra amada, cuna de su coraje y tumba de su sacrificio, a la cual él se diera todo íntegro, mientras ella no lo comprendía. Felizmente, los genios se agrandan con el curso del tiempo y se imponen a las generaciones del porvenir por el prestigio de sus obras.
Fuente: Arsomnibus
>>>Atraía mayormente su atención -dice Mr. Gérard- el espectáculo de los barcos que llegaban y, sobre todo, los que partían con rumbo a su patria llevándose en el temblor de las velas movidas por el viento, toda la nostalgia dolorosa de su corazón. De pie, sobre las rocas, San Martín contemplaba, por largo rato, al buque que partía hacia esa tierra amada; a esa tierra amada, cuna de su coraje y tumba de su sacrificio, a la cual él se diera todo íntegro, mientras ella no lo comprendía. Felizmente, los genios se agrandan con el curso del tiempo y se imponen a las generaciones del porvenir por el prestigio de sus obras.
Fuente: Arsomnibus
http://arsomnibus.blogspot.com/2009/06/alice-x-alice-san-martin-en-boulogne.html