Comienza el 2017 con claras señales sobre la orientación de la política económica en la Argentina.
Por un lado la necesidad de atraer inversiones en el sector energético, para resolver problemas de abastecimiento y si fuera posible, generar excedente para la exportación. El argumento esgrimido es el crecimiento económico y la perspectiva de generación de nuevos empleos, dicho en el marco de un ciclo de crecientes despidos y suspensiones. La realidad marcha a contramano del discurso oficial.
Por otro lado, se anticipa la captura de fondos en el mercado financiero mundial y local para cubrir necesidades de endeudamiento público que hagan sostenibles el programa económico y político en año electoral. >
Fuente: ALAINET
Por un lado la necesidad de atraer inversiones en el sector energético, para resolver problemas de abastecimiento y si fuera posible, generar excedente para la exportación. El argumento esgrimido es el crecimiento económico y la perspectiva de generación de nuevos empleos, dicho en el marco de un ciclo de crecientes despidos y suspensiones. La realidad marcha a contramano del discurso oficial.
Por otro lado, se anticipa la captura de fondos en el mercado financiero mundial y local para cubrir necesidades de endeudamiento público que hagan sostenibles el programa económico y político en año electoral. >
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