
La mayoría de los británicos votaron irse de la Unión Europea (UE) hace dos años y 9 meses. La primera ministra Theresa May asumió tres semanas después del referéndum y se propuso como prioridad hacer realidad ese mandato. A dos semanas de la fecha impuesta por ley para abandonar el bloque regional, el Reino Unido está sumido en una crisis política e institucional de la que no puede salir y depende de la buena voluntad de una UE que pivotea entre el pragmatismo y la necesidad de convertir a Londres en un ejemplo para desalentar a los nacionalismos en ascenso en el continente.>
Fuente: Revista ZOOM