NOTA de la CEAM: Agradecemos la colaboracón de Carlos A. Villalba.
Murga es una golondrina que en su romántico vuelo
barriletes de ilusiones va recortando en el cielo
Murga es el imán fraterno que al pueblo atraído hechiza
Es la eterna sonrisa, en los labios de un pierrot,
quijotesca bufonada que se aplaude con cariño,
Es la sonrisa de un niño, que hace ofrenda a su canción.
Carlos Modernell, La Milonga Nacional (1968)
Dicen que llegó a Montevideo, Uruguay, desde Cádiz, en 1906…, 1908 o, tal vez, en 1909… No se sabe y hasta puede ser que “La Gaditana” no haya sido el real embrión de este fenómeno cultural, social, barrial y político que no tiene parangón, ni en aquel puerto español ni en esta costa occidental del Río de la Plata.
A quién le importa si la que dio el puntapié inicial fue la parodia de los muchachones de “La Gaditana que se va” tomándole el pelo a sus pares andaluces que, ante la poca convocatoria lograda, tuvieron que salir a “pasar la manga” en las calles para poder volvera su tierra. Tampoco es crucial saber si la “Murga Uruguaya Carnavalesca” de 1887 o “Los Murguistas” de 1889son los responsables de haber empujado este fenómeno de canto coral de trece voces y un director, afinado como el que más, con entrada, cuplé, salpicón, popurrí y retirada, al compás del bombo, los platillos y el redoblante de su “batería de murga”.>
Fuente: Estrategia
http://estrategia.la/2018/02/26/criticas-desde-el-otro-lado-del-rio-las-murgas-uruguayas-y-macri/