Buen domingo para mi, estoy volviendo a casa luego de estar presente en un homenaje muy señalado para todos los argentinos que hemos vivido en el exilio.
En suma, hoy es un día especial. Brilló el sol y vuelvo a casa. Se inauguró una plazoleta con el nombre de Carlos Slepoy.
Un entrañable compatriota entregado a la lucha por un mundo mejor, fallecido hace cinco años.
Militante político. Encarcelado en Argentina. Liberado, partió exiliado a España en 1976 o 77, no recuerdo bien.
Al poco tiempo en Madrid sufrió un disparo en la espalda por interponerse a un policía madrileño que borracho acosaba a una joven pareja.
Pasó los últimos años en silla de ruedas por el disparo.
 Luchó, cómo abogado, por los DDHH, junto al Juez Garzón..
En España se entregó a la causa de reivindicar a las víctimas del franquismo  enterradas en las cunetas.
Logró que una juez Argentina (Servini de Cubria) viniese a España a dilucidar y a hacer justicia por los crímenes de la Dictadura Franquista tras la guerra civil.
Logró que uno de los ejecutores de los vuelos de la muerte fuese encarcelado en España.
Se mantuvo valientemente siempre en primera línea en defensa de los derechos humanos, tanto por Argentina como por España.
He tenido dos horas de viaje en transporte público de ida y dos de vuelta. Pero inmensamente feliz por estar presente. Carli fue un ser humano insuperable y ejemplar, siento un profundo orgullo por haber sido su amigo y por participar en la inauguración de la Plaza que llevará su nombre como merecida distinción.
Julio Míguez (CEAM)  25 de Abril 2022