Introducción
En esta segunda entrega Mario de Casas aborda la caracterización de la cuestión nacional en Hispanoamérica hasta nuestros días, que no ha sido impulsada por el crecimiento de las fuerzas productivas de la sociedad burguesa, sino por un factor externo: La tajante división del mundo capitalista en un centro imperialista y una periferia colonial o semicolonial.
Por Mario de Casas* (para La Tecl@ Eñe)
Por distintas razones, la nación como entidad no produjo su propio Tocqueville, Marx, Weber o Durkheim. Me refiero a un pensamiento social que la explicara, como ocurrió con la democracia, la clase o el capitalismo. Sin embargo el problema de las naciones que luchaban por su conformación como tales no dejó de preocupar a Marx y Engels. Si bien siendo jóvenes la teoría de la lucha de clases fue para ellos la clave excluyente para entender la historia -perspectiva claramente reflejada en el célebre Manifiesto del ’48- y llegaron a estar influidos por una cosmovisión >
Fuente: La Tecla Eñe
En esta segunda entrega Mario de Casas aborda la caracterización de la cuestión nacional en Hispanoamérica hasta nuestros días, que no ha sido impulsada por el crecimiento de las fuerzas productivas de la sociedad burguesa, sino por un factor externo: La tajante división del mundo capitalista en un centro imperialista y una periferia colonial o semicolonial.
Por Mario de Casas* (para La Tecl@ Eñe)
Por distintas razones, la nación como entidad no produjo su propio Tocqueville, Marx, Weber o Durkheim. Me refiero a un pensamiento social que la explicara, como ocurrió con la democracia, la clase o el capitalismo. Sin embargo el problema de las naciones que luchaban por su conformación como tales no dejó de preocupar a Marx y Engels. Si bien siendo jóvenes la teoría de la lucha de clases fue para ellos la clave excluyente para entender la historia -perspectiva claramente reflejada en el célebre Manifiesto del ’48- y llegaron a estar influidos por una cosmovisión >
Fuente: La Tecla Eñe