17 de Enero – Gracias doy a la desgracia. Por María Seoane
Recuerdo que la última vez que vi a María Elena Walsh, en 2003, pude contarle cómo el final de mi exilio en México estuvo marcado por una de las canciones más inolvidables de su obra: “Como la cigarra”. Pude agradecerle el talento sin fin de sus canciones, sus creaciones, delicadamente, ya que tenía un decidido rechazo a los piropos exagerados. Evoqué la conmoción que me había producido leer con otros exiliados en nuestra casa de Coyoacán su texto “Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes”, publicado en 1979, y que repetí de memoria, sin vergüenza: “Hace tiempo que somos como niños y no podemos decir lo que pensamos o imaginamos (…) El ubicuo y diligente censor transforma uno de los más lúcidos centros culturales del mundo en un Jardín-de-Infantes fabricador de embelecos que solo pueden abordar lo pueril, lo procaz, lo frívolo o lo histórico pasado por agua bendita. Ha convertido nuestro llamado ambiente cultural en un pestilente hervidero de sospechas, denuncias, intrigas, presunciones y anatemas”. > Fuente: Caras y Caretas https://carasycaretas.org.ar/2023/01/08/gracias-doy-a-la-desgracia/
Creada en 1999 para mantener la memoria, exigir justicia e impulsar la Ley de Reparación del Exilio cuya primera presentación al Parlamento data de 1998 La promulgación de la "Ley de Reparación del Exilio", uno de nuestros objetivos desde 1999, cuando creamos CEAM, nunca ha sido promulgada por los legisladores argentinos