11 de Agosto – El renacentista y el busto profanado. Esteban Abad

El hombre lucía espesa pero prolija barba y melena larga y en las mismas condiciones que la chiva; sus ropas sin ser a la moda se notaban limpias y recién salidas de una sesión de planchado. Las prendas coincidían con las características del que las usaba pero junto a la lanuda cara y el cabello, saltaba a la vista el rastro de tabaco fumado sin solución de continuidad en el bigote.El renacentista y el busto profanado
Desde sus ojos muy claros se notaba una fuerte y penetrante mirada. Como la de los que están acostumbrados a mirar detenidamente un objeto a los efectos de reproducirlo pintando o esculpiendo en mármol o madera.>>>
Tiempo después me explicó una joven periodista amiga que en la oportunidad de quitar el busto de su pedestal, como queda dicho en 1955, “un sargento de policía encumbrado a la intendencia municipal por orden de las autoridades militares de la provincia, lo enlazó y ató a la cincha de su caballo y al galope lo arrastró ominosamente por todas las calles del pueblo”. Claro que no todo es tan triste ni tan terrible en este mundo como para que junto a lo trágico de una acción no surja una posición que propicie a mostrarse indulgente.
En este caso, según versión de la nota publicada por mi amiga en el diario donde trabajaba “el pedestal en que entonces estaba ubicada la escultura de Evita y a partir de entonces abandonado, vino bien para que el pueblo saldara la deuda que tenía con el general San Martín, ya que el busto de bronce del Padre de la Patria dormía en un depósito municipal esperando una ubicación, pero que desde el 17 de agosto pasado (hace varios años), fue emplazado en la plaza principal en el humillado pedestal que había ocupado Evita”.
Esteban Abad
Inédito. Abad es periodista, ha publicado varios libros y participado de muchas antologías. >
Fuente: El Territorio
https://www.elterritorio.com.ar/noticias/2021/08/08/715188-el-renacentista-y-el-busto-profanado