16 de Octubre – El presidente de España convoca al diálogo por Cataluña. Por Agustín Fontenla

Se reúne con referentes de las principales fuerzas políticas. El jefe del gobierno español reaccionó ante el escenario de protestas y violencia en la región catalana. Los catalanes vuelven a movilizarse este miércoles y cumplen una huelga general.
Tras dos jornadas consecutivas de intensas manifestaciones en Cataluña para rechazar la sentencia contra los líderes independentistas, el presidente en funciones del Gobierno de España, Pedro Sánchez, convocó a los referentes de las principales fuerzas políticas del país para abordar el escenario de protestas y los hechos de violencia que se produjeron en la comunidad catalana .
El Ejecutivo socialista está preocupado por los desmanes ocurridos en la segunda jornada de protestas, que causaron cortes de carreteras y la suspensión de un tramo del recorrido que realiza el tren de alta velocidad en la región, y que se saldaron con 51 detenidos, y más de 70 uniformados heridos.>
Fuente: Pagina 12
https://www.pagina12.com.ar/225549-el-presidente-de-espana-convoca-al-dialogo-por-cataluna

16 de Octubre – 17 de Octubre, la Justicia Social. Por Julio Ruiz. Un articulo del 16 de Octubre de 2015

“Era el pueblo de Mayo quien sufría, no ya el rigor de un odio forastero, sino la vergonzosa tiranía  del olvido, la incuria y el dinero.
El mismo pueblo que ganara un día su libertad al filo del acero tanteaba el porvenir, y en su agonía
le hablaban sólo el Río y el Pampero.
De pronto alzó la frente y se hizo rayo (¡era en Octubre y parecía Mayo!), y conquistó sus nuevas primaveras. El mismo pueblo fue y otra victoria.
Y, como ayer, enamoró a la Gloria, ¡y Juan y Eva Perón fueron banderas!”. Leopoldo Marechal.
“No había peronistas. Al menos no conocíamos ninguno…
“Bueno, ahí estaban. Como si hubieran querido mostrar todo su poder, para que nadie dudara de que realmente existían.
Allí estaban, por toda la ciudad, pululando en grupos que parecían el mismo grupo multiplicado por centenares.” Félix Luna, El 45.
El estremecedor encuentro entre Perón y las masas trabajadoras del 17 de Octubre de 1945 inaugura la era de la Justicia Social. Antes de ese acontecimiento fundacional la cuestión social era un asunto policial y poco más.
Existe la vieja discusión acerca del carácter espontáneo u organizado de la movilización obrera de ese día. Es obvio que para los representantes de la Argentina conservadora y oligárquica, sus medios de comunicación, todo estuvo orquestado, envasado en una especie de carnaval siniestro, en el que los que marchaban lo hacían manipulados, hipnotizados vaya a saber en virtud de qué oculta demiurgia satánica que los impelía a abrazar el mal, representado por el sonriente coronel. No muy distinta es la representación de la realidad que se hace hoy una parte de los argentinos respecto del gobierno actual. No puede haber una explicación racional, y si la hay ésta se ubica en la manipulación corruptérrima del pobrerío, supuestamente incapaz de razonar como la “gente normal”.
Lo cierto es que en la Argentina de 1945 se conjugaron diversos factores que contribuyeron a una natural defensa por parte los trabajadores de un proceso que se abrió a partir del 4 de junio de 1943.>
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17 de Octubre por Julio Ruiz
Fuente: CEAM
https://www.nodo50.org/exilioargentino/?p=3863

16 de Octubre 2019 Boletín Nº 196 de la CEAM.

Boletín Nº 196 de la CEAM. Para verlo sigue el enlace más abajo.
Secciones: Editorial de la Comisión de Exiliados Argentinos en Madrid, Leyes Reparatorias, Argentina, Juicios, España, Internacional, Opinión, Cultura/Historia Popular. Ver más noticias e información en nuestra página.  196-BOLETIN Nº 196
Editorial: “El 17 de octubre de 1945” por Raúl Scalabrini Ortiz
Corría el mes de octubre de 1945. El sol caía a plomo sobre la Plaza de Mayo, cuando inesperadamente enormes columnas de obreros comenzaron a llegar. Venían con su traje de fajina, porque acudían directamente desde sus fábricas y talleres. No era esa muchedumbre un poco envarada que los domingos invade los parques de diversiones con hábitos de burgués barato. Frente a mis ojos desfilaban rostros atezados, brazos membrudos, torsos fornidos, con las greñas al aire y las vestiduras escasas cubiertas de pringues, de restos de brea, de grasas y de aceites. Llegaban cantando y vociferando unidos en una sola fe. Era la muchedumbre más heteróclita que la imaginación puede concebir. Los rastros de sus orígenes se traslucían en sus fisonomías. Descendientes de meridionales europeos iban junto al rubio de trazos nórdicos y al trigueño de pelo duro en que la sangre de un indio lejano sobrevivía aún.
El río cuando crece bajo el empuje del sudeste disgrega su masa de agua en finos hilos fluidos que van cubriendo los bajíos con meandros improvisados sobre la arena, en una acción tan minúscula que es ridícula y desdeñable para el no avezado que ignora que ese es el anticipo de la inundación. Así avanzaba aquella muchedumbre en hilos de entusiasmo, que arribaban por la Avenida de Mayo, por Balcarce, por la Diagonal…
Un pujante palpitar sacudía la entraña de la ciudad. Un hálito áspero crecía en densas vaharadas, mientras las multitudes continuaban llegando. Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de Zamora. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe, iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor, el mecánico de automóviles, el tejedor, la hilandera y el empleado de comercio. Era el subsuelo de la patria sublevado. Era el cimiento básico de la nación que asomaba, como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción del terremoto. Era el substracto de nuestra idiosincrasia y de nuestras posibilidades colectivas allí presente en su primordialidad sin reatos y sin disimulo. Era el de nadie y el sin nada, en una multiplicidad casi infinita de gamas y matices humanos, aglutinados por el mismo estremecimiento y el mismo impulso, sostenidos por la misma verdad que una sola palabra traducía.
En las cosas humanas el número tiene una grandeza particular por sí mismo. En ese fenómeno majestuoso a que asistía, el hombre aislado es nadie, apenas algo más que un aterido grano de sombra que a sí mismo se sostiene y que el impalpable viento de las horas desparrama. Pero la multitud tiene un cuerpo y un ademán de siglos. Éramos briznas de multitud y el alma de todos nos redimía. Presentía que la historia estaba pasando junto a nosotros y nos acariciaba suavemente como la brisa fresca del río.
Lo que yo había soñado e intuido durante muchos años, estaba allí presente, corpóreo, tenso, multifacetado, pero único en el espíritu conjunto. Eran los hombres que están solos y esperan que iniciaban sus tareas de reivindicación. El espíritu de la tierra estaba presente como nunca creí verlo.
Por inusitado ensalmo, junto a mí, yo mismo dentro, encarnado en una muchedumbre clamorosa de varios cientos de miles de almas, conglomeradas en un solo ser unívoco, aislado en sí mismo, rodeado por la animadversión de los soberbios de la fortuna, del poder, y del saber, enriquecido por las delegaciones impalpables del trabajo de las selvas, de los cañaverales, de las praderas, amalgamando designios adversarios, traduciendo en la firme línea de su voz conjunta su voluntad de grandeza, entrelazando en una sola aspiración simplificada la multivariedad de aspiraciones individuales, o consumiendo en la misma llama los cansancios y los desalientos personales, el espíritu de la tierra se erguía vibrando sobre la plaza de nuestras libertades, pleno en la confirmación de su existencia.
La substancia del pueblo argentino, su quintaesencia de rudimentarismo estaba allí presente, afirmando su derecho a implantar para sí mismo la visión del mundo que le dicta su espíritu desnudo de tradiciones, de orgullos sanguíneos, de vanidades sociales, familiares o intelectuales. Estaba allí desnudo y solo, como la chispa de un suspiro: hijo transitorio de la tierra capaz de luminosa eternidad.
Fuente: «Tierra sin nada, tierra de profetas» de Raúl Scalabrini Ortiz – Disponible en nuestra “Biblioteca Digital” de la Baldridch
Fuente: La Baldrich
http://www.labaldrich.com.ar/la-columna-de-scalabrini-ortiz-n3-el-17-de-octubre-de-1945/
CEA-Madrid 16 de Octubre de 2019