Arriba, Roberto Santoro, Alberto Costa, Rafael Vásquez y Rubén Cáccamo. Debajo: Enrique Courau y Carlos Patiño. 15 de julio de 1973.
El autor de estos textos, también poeta, recuerda a su amigo secuestrado y desaparecido hace 40 años, que dejó una enorme obra en transición, interrumpida por el Terrorismo de Estado. Este viernes el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti realizará un homenaje para rememorar la vida de Roberto Santoro de la mano de músicos y escritores.
Tus años (veintipico), los míos (treinta y tantos) se mezclaban con los de otros compañeros en la poesía y en el trabajo solidario de hacer una revista. Una revista tan tuya, que empezaste solo y la abriste para todos: Barrilete. Era 1963 y cargábamos con el peso ¿consciente? de nuestro primer libro. Tampoco nos reuníamos para aprender a ser felices, la ciudad y el país siempre fueron queridos y difíciles. Pero aquel empuje de la juventud, que nos hacía aparentemente invencibles, nos permitía luchar con la apetencia de entendernos y de entender a los demás. Esa forma cálida de abrazar al otro.
Hubo catorce años desde entonces para estar, a veces juntos, otras sin frecuentarnos tanto. Para querernos y sentirte cerca.>
Fuente: Revista Haroldo
http://www.revistaharoldo.com.ar/nota.php?id=217
De un servicio público de gas para beneficio de millones, pasamos a uno convertido en mercancía para exclusivo beneficio de un puñado de empresas y sus directivos. El neoliberalismo califica al primero de «fiesta irracional del consumo y del derroche»; al segundo, de «consumo responsable y acorde a nuestro estatus de Nación periférica y subdesarrollada». Pero sucede que «fiestas» hay siempre. Es decir, el usufructo de la riqueza y del excedente social, por más chico que sea, siempre es apropiado por ciertos sectores en detrimento de otros. Macri no es la excepción: con él, la fiesta no terminó, sino que se privatizó y tornó exclusiva. En palabras «fiesteras», se pasó de celebración popular a festín íntimo. >
Fuente: OETEC
http://www.oetec.org/nota.php?id=2598&area=1
Derechos humanos y democracia constituyen el núcleo del consenso social: nuestra religión civil laica. En todo lo demás los consensos se angostan hasta su disolución. Salvo para una minoría, el acuerdo en torno a la necesidad de “juicio y castigo” posibilitó la reconciliación de los argentinos con los argentinos, de los de hoy con los de ayer, y también de los ciudadanos con su Estado. A través del estudio del intercambio epistolar que durante los años ’80 y ’90 mantuvieron algunos miembros de organismos de derechos humanos, Sebastián Carassai traza una genealogía de cómo se construyó ese pacto social.>
Fuente: Revista Anfibia
http://www.revistaanfibia.com/ensayo/derechos-humanos-nuestra-religion-civil-laica/
El mito de la unidad es el fantasma que recorre el peronismo. Por estos días circuló un videito del Perón exiliado del 71 en el que se refiere a lo que ocurre cuando un compañero habla en contra de otro compañero. “Por lo general defiende un interés, no un ideal. El que defiende un ideal no puede tener controversias con otro que defiende el mismo ideal”, adoctrina Perón, que concluye: “el movimiento tiene enemigos de afuera y enemigos de adentro, quien no lucha contra el enemigo y por la causa del pueblo es un traidor”. Si bien es difícil hacer una distinción ideológica entre Cristina Kirchner y Florencio Randazzo –quienes, entre otras cosas, compartieron ocho años de gestión– también sería extremo hablar de traición. No se ven diferencias de intereses, pero sí de lectura de la realidad y de estrategias para adecuarse a ella de la mejor manera.>
Fuente: Pagina 12
https://www.pagina12.com.ar/41828-ideales-e-intereses
Creada en 1999 para mantener la memoria, exigir justicia e impulsar la Ley de Reparación del Exilio cuya primera presentación al Parlamento data de 1998 La promulgación de la "Ley de Reparación del Exilio", uno de nuestros objetivos desde 1999, cuando creamos CEAM, nunca ha sido promulgada por los legisladores argentinos