
13 de Enero – Los secuestros en la Ford. Por Alejandra Dandan.

La crisis actual no es una crisis del comercio ni de la producción de bienes o de servicios. La crisis es de los bancos, del sector financiero. Su origen es lejano y de naturaleza ideológica ; viene de la distorsión que hizo David Ricardo de las ideas de Adam Smit.>
Fuente: El Correo, eu
http://www.elcorreo.eu.org/Deuda-America-Latina-ayer-Europa-hoy?lang=fr
El incidente perpetrado en París a manos de fundamentalistas islamitas nos llama a la reflexión aplicable a otras situaciones del presente mundial, convulsionado por una religiosidad de derecha sumamente peligrosa. Desde el comienzo queremos indicar que nos referimos no sólo al fundamentalismo islamita, sino igualmente a los fundamentalismos cristiano y sionista, que hoy aterran a la humanidad. La izquierda modernizante entendió la crítica de la teología (y de la religión) como su directa supresión.>
Fuente: La Jornada, mx
http://www.jornada.unam.mx/2015/01/10/opinion/018a1mun
Incluso en medio del dolor, la incertidumbre y la angustia que produjeron el atentado contra Charlie Hebdo y los otros asesinatos surgen espacios de pensamiento. Aquí, un recorrido por algunos de ellos. Plantear problemas sin de-sesperación por hallar respuestas fáciles y rápidas es un ejercicio que puede hacerse revisando la prensa internacional, con sus datos y sus matices.>
Fuente: Pagina 12
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-263671-2015-01-11.html
Desde finales del siglo pasado y, sobre todo desde comienzos de este siglo, se han instalado en América latina gobiernos que son producto del fracaso del neoliberalismo. En la última década del siglo XX, amplios movimientos han resistido a los gobiernos neoliberales, hasta que, llegada la hora de construir alternativas, hubo diferencias en el seno de la izquierda.>
Fuente: El Ortiba
http://www.elortiba.org/notatapa18.html
Pareciera que los humanos somos o creemos ser, dentro de las especies vivas en el planeta, los únicos conscientes de nuestra finitud, de que vamos a morir. Ese saber nos perturba y determina. Porque también somos los únicos –y parece que no es algo desligado de lo anterior– que hacemos dos cosas que el resto no: asesinar y reír. Con eso (dos caras de la desesperación) nos ha bastado para ser eficaces, más eficaces que otros –darwinianamente– digo. Por eso nuestra aparente supremacía ha sido un glorioso, patético desastre. Resultado de lo peor y de lo mejor que inventamos.
Fuente: Pagina 12
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-263718-2015-01-12.html