LA AUTORIDAD PORTUARIA APRUEBA UN PLAN DISPARATADO Y QUE DEMUESTRA LA IRRACIONALIDAD DEL PUERTO EXTERIOR
El consejo de administración de la Autoridad Portuaria, que se reúne hoy día 7 de noviembre, va a aprobar el Plan Estratégico 2019-2020. Se trata de una decisión ya tomada y en la que poco importa la incoherencia de un plan que, a la vez de proponer el puerto exterior, demuestra a lo largo de su contenido la imposible justificación del mismo desde el punto de vista económico, social y ambiental.
Por eso, miembros de Jaizkibel Bizirik nos hemos concentrado hoy, junto a uno de los símbolos del puerto, con el objetivo de denunciar lo que consideramos un nuevo paso atrás para la regeneración de Oarsoaldea.
Vender la bahía para comprar un puerto
El despropósito es tal que hasta se propone vender la bahía para aprovechamientos urbanísticos y de este modo obtener 400 millones de euros para financiar parte del puerto exterior. Serán necesarias torres de muchos pisos, ya planificadas, y mucho cemento para financiar un proyecto en el que nada cuadra. De esta manera, el puerto exterior va a impedir la regeneración de la bahía, convirtiendo sus terrenos en un auténtico “monopoli” al mejor postor y en el que las necesidades ciudadanas actuales van a quedar de nuevo marginadas.
Se confirma: un gigante con pies de barro
El Plan Estratégico demuestra claramente que los objetivos para los que dicen que se quiere construir el puerto exterior son falsos. Sorprendentemente contiene abundantes argumentos que demuestran la absoluta incertidumbre sobre los tráficos que va a generar y que mercancías como los contenedores y la llamada autopista del mar, sólo van a llegar a tener una importancia testimonial. Al no poder justificar la generación de tráficos, se propone la construcción de una central térmica de carbón y una planta de hidrocarburos que suponen el movimiento de 5 millones de toneladas y que son la base fundamental de las cargas del denominado “eco-puerto”.
También el Plan Estratégico confirma que el interés que tiene el puerto exterior para la Diputación Foral de Gipuzkoa, nada tiene que ver con la regeneración de la bahía o la actividad económica, sino simplemente con solucionar los problemas de recaudación de impuestos que no acaba de arreglar con las otras Diputaciones.
Una decisión que ignora el medio ambiente
La decisión de aprobación del Plan Estratégico se está tomando sin conocerse el impacto ambiental de lo que propone. A pesar de la trascendencia de las decisiones, el Plan no incorpora ninguna evaluación ambiental, demostrándose el desprecio de la Autoridad Portuaria hacia esta materia. Incluso el documento parece mofarse cuando afirma que la construcción del puerto exterior “representa una oportunidad para revalorizar el LIC Jaizkibel”, cuando en realidad se pretende llevar a cabo una destrucción sin precedentes en Europa sobre un espacio Natura 2000. Por supuesto, nada se menciona sobre el impacto que la central térmica de carbón, los depósitos de hidrocarburos y las descargas de chatarra, entre otros, tendrían sobre un entorno natural virgen. ¿Esta es la sensibilidad ambiental de la que la Autoridad Portuaria quiere presumir?
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