Son ustedes unos maleducados

Egilea: JB  |  Atala: Iritziak / Opiniones

Sí, lo que oyen. Desde luego, ¡parece mentira que hayan ido ustedes a colegio de
pago! ¡Con el esfuerzo que hicieron sus padres por darles unos sólidos
principios y hacerles hombres de bien! ¿Ésa es la educación que dan o han dado
a sus hijos y así es como quieren que se comporten? ¿Qué dirían sus padres y
profesores si se enterasen de su proceder? ¿Es que no se les subirían los
colores de vergüenza si llegan a saberlo? Y al final… se sabe.

¿No les enseñaron sus padres y maestros que no hay que mentir ni engañar, ni
ocultar la verdad, que está muy feo y que además es pecado? ¿No les dijeron que
hay que respetar a los demás? ¿No saben que Jaizkibel y el magnífico paisaje de
nuestra costa vasca, desde siempre, son bienes públicos, o sea, nuestros,
mientras que el Puerto de Pasaia funciona básicamente para sólo dos entidades
privadas: Arcelor-Mittal y la supercontaminante Iberdrola? ¿Ya saben que los percebes de sus rocas son intocables de Mayo a Octubre y que se exponen a una multa de la Ertzaintza si lo hacen? A nosotros nos gusta Jaizkibel  y nuestro paisaje costero como están. ¿A ustedes no? Me cuesta creer que su sensibilidad esté sólo al lado de su
cartera. ¿No les dijo nunca nadie que apoderarse de lo ajeno, o de lo de todos,
o estropearlo, no sólo es falta de educación sino también un pecado horrendo? Porque…
a mí me está pareciendo que deberían criticar tanto la abominable gamberrada de
la kale borroka como la no menos abominable gamberrada de la “mendi borrroka”,
que, sin embargo, es lo que ustedes hacen al destruir nuestro “mobiliario
natural”.

Y, por favor, dejen de una vez de utilizar las palabras “sostenible”,
“democrático” y “ecológico” en cada frase que utilizan y tiren de diccionario,
porque les están quitando el sentido a fuerza de malutilizarlas continuamente,
y eso no está bien, ¿no les parece? Deberían mostrar siempre una pulida
educación.

La primera regla de cortesía dice que trates a los demás como quieres que te
traten a ti. ¿Creen ustedes que son corteses? ¿Es justo que abusen de la
posición de poder que ostentan? ¿Saben que la avaricia es un feísimo pecado
capital que es el origen de otros muchos pecados? ¿No se sonrojan al ver que
cada vez hay más gente que ya no cree en ustedes porque en vez de promover medidas
solidarias, que sería su obligación, se dedican a favorecer intereses
económicos particulares, y luego a maquinar cómo presentarlo al público para
que comprenda lo incomprensible? Porque… ¡mil millones de euros públicos para
un absurdo puerto exterior es un buen pellizco! ¿Cuánto quieren aportar los dos
beneficiarios principales (y los otros)? ¿Cómo no se dan cuenta de que deben ofrecernos
a la gente de aquí alguna razón creíble para que no nos acordemos de la
escenificación catalana de la obra “El tres por ciento” y de tantas otras por
el estilo? Por cierto, ¿saben ustedes que no basta con arrepentirse sino que
hay que restituir, para poder aspirar al perdón de Dios? Jaungoikoa eta lege zarra!

La buena educación no consiste sólo en ceder el paso a las personas mayores, ir
aseado, no decir palabrotas, etc. ¿No les han dicho nunca que deben alejarse de
las malas compañías? “Dime con quién andas y te diré quién eres”. “Una manzana
podrida corrompe a las demás”. Entonces ¿por qué pactan con otros partidos a
los que durante la campaña electoral les ponen a caer de un burro? ¿Han oído
hablar alguna vez de un principio ético que dice que el fin debe ser justo? ¿Y de
otro principio de ética elemental que dice que el fin no justifica los medios? Pues
¡a ver si los practican, porque parece enteramente que dominan mejor El
Príncipe, de Maquiavelo, que los principios que les enseñaron!

Y, por cierto, ¿cómo es que participan en unas elecciones, y no las boicotean,
como sería ético hacerlo, en las que una parte del pueblo no tiene el derecho
fundamental a elegir a quien desea ni a ser elegidos? ¿O es que están
encantados porque así hay un estorbo menos? ¿Por qué hacen caso a leyes
injustas y a tribunales que son juez y parte, con sumisión?

Oigan, ¿y por qué no advierten a la gente antes de ir a votar, lo mismo que se
advierte del grave peligro de fumar en las cajetillas de tabaco, de que van a
seguir siempre una disciplina de partido, aunque vaya contra los intereses
generales del pueblo? ¿No sería mucho mejor y más lógico votar a personas en
vez de a partidos? Bueno, ¡qué me van a decir ustedes, precisamente! O ¿por qué
no se eligen los representantes no entre los que sacan más votos sino entre los
que concitan menos aversiones en el público? Ciertamente las campañas políticas
serían completamente diferentes y la sociedad estaría más feliz tras unos
comicios ¿no creen?

Ustedes, tan demócratas, ¿no saben que democracia es “autoridad del pueblo” y que deberían favorecer que la gente se informe, opine, discuta y se exprese libremente, para
poder (la gente) ejercer su autoridad con responsabilidad? En una reunión, que
es lo que es la sociedad, al fin y al cabo, ¿qué maneras son esas de querer
hablar sólo ustedes negando la palabra a los demás? ¿Por qué controlan los
medios de comunicación permitiendo sólo la difusión de lo que les interesa?
¿Por qué niegan el debate público, que la gente discuta los temas en voz alta,
y que luego decida lo que quiere hacer? ¿Qué modales son ésos? ¿O es que como
les han elegido, o designado el partido elegido, se creen con el derecho a
decidirlo todo y tienen un cheque en blanco? ¿Así es como pagan a la gente la
confianza que les ha dado? ¿Les parece bonito? ¿Eso es agradecimiento? ¿O es
que democracia no es eso? Y entonces ¿por qué no lo dicen bien clarito antes de
organizar unas elecciones?

Perdonen ustedes, pero hace tiempo que me están haciendo sospechar que aquí hay gato
encerrado, o gatos, o jaurías de perros, o piaras de cerdos, no sé… El caso
es que cada vez me gusta menos todo esto. Tienen ustedes demasiado poder, y no
podemos controlarles porque nos han engañado y se lo han montado así de bien.

La historia no suele reconocer a las personas que actúan así, y al final, lo veo,
se van a quedar sin una calle que lleve su nombre. ¿No serán ustedes tan
vanidosos de repetirse hasta la saciedad por las noches antes de acostarse que
han llegado hasta donde están gracias a sus excelsos méritos, ganados a pulso,
verdad? ¿O sí? ¿Qué pasa, que quieren acallar su conciencia, si es que no la
han acallado ya hace tiempo hasta dejarla inerte? Bien, pues sepan que pienso
que ustedes son unos maleducados, ¡hala!

Adriel

Iruzkina idatzi