“Es un lugar impresionante por su soledad, no conozco ningún sitio en el que vayas tan cerca de la costa y al mismo tiempo sea tan solitario” Juanjo San Sebastian – Alpinista
PARA TODOS LOS PÚBLICOS
LOS ALPINISTAS JUANJO SAN SEBASTIÁN, PATXI GOÑI, JUAN VALLEJO Y ALEX TXIKON RECOMIENDAN CUATRO RUTAS CERCANAS Y ACCESIBLES PARA EL GRUESO DE LOS ALPINISTAS.
Noticias de Gipuzkoa egunkarian argitaratua (2010ko urriaren 10ean)
JUANJO SAN SEBASTIÁN: Por los acantilados del Jaizkibel
El conocido montañero vizcaino Juanjo San Sebastián duda cuando se le invita a recomendar una ruta accesible para la mayoría de los montañeros. A botepronto le vienen a la mente el Anboto, el Txindoki desde Amezketa y la Ruta de los Acantilados del Jaizkibel. Tras darle unas cuantas vueltas, San Sebastián descarta el Anboto por el peligro de alguno de sus pasos, pese a su “espectacular belleza”, y la ruta del Txindoki desde Amezketa por ser de sobra conocida. El montañero se queda con un recorrido con algo menos de nombre: la Ruta de los Acantilados entre Hondarribia y Pasai Donibane.
Este trayecto se puede enfilar en ambas direcciones. El recorrido descrito por Juanjo San Sebastián va en dirección este-oeste, partiendo desde el faro de Hondarribia. San Sebastián lo recorrió el pasado otoño por última vez y se le quedó grabado: “Se puede hacer en unas ocho horas sin correr, pero yo fui con un amigo y lo hicimos en dos jornadas, durmiendo en una cala en mitad del recorrido. Es un lugar impresionante por su soledad, no conozco ningún sitio en el que vayas tan cerca de la costa y al mismo tiempo sea tan solitario. Además, la zona está llena de roca arenisca y la erosión del mar y el viento ha creado unas formas fantásticas a lo largo de toda la travesía. La ruta a veces pasa muy cerca del agua e incluso te puedes bañar en zonas de agua dulce”, explica.
La zona está señalada de principio a fin por el Club Vasco de Camping y consta de algo más de 21 kilómetros. La travesía está dominada en todo momento por el Jaizkibel, pero no asciende a ninguna cumbre. Sin embargo, a base de pequeños desniveles, entre Higer y Pasai Donibane se acaban recorriendo unos 1.300 metros de desnivel acumulado y, por tanto, la ruta no está exenta de dureza. “El único peligro es salirse del sendero. No obstante, un poco de atención basta para no perderse. Durante todo el recorrido se afrontan desniveles continuos que acaban haciendo mella. Es más duro de lo que parece, pero sin duda merece la pena”, concluye San Sebastián.
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