Nos sorprendió gratamente la revelación de Oceana de la existencia en Jaizkibel de fondos de bulders y marmitas únicos en el Cantábrico, Mediterráneo y Canarias, esponjas, delfines comunes y mulares, ballena yubarta, calderones, arrecifes de gusanos pluma extinguidos en Europa, falsos corales negros, estrellas marinas, crustáceos, la caracola Tritón, espectaculares formaciones rocosas esféricas, salmonetes, ballenas jorobadas… Muchas gracias a las personas de Oceana por sacar a la luz pública la exuberante riqueza biológica y geológica de los fondos marinos de Jaizkibel, algo que a nuestro entender deberían de haber hecho hace tiempo las instituciones. Tras publicarse la propuesta de corredor para proteger los fondos marinos, el sr. Buen pidió en este periódico «rigor a los señores de Oceana» y les escribió diciendo que «nadie oculta ni quiere ocultar que existen algas rojas o gelidium (…) ni que hay algún tipo de pulpo (.)», pero que «sin poner en cuestión el valor de ninguna de esas especies, para esta APP la calidad de vida y la salud de esas personas valen muchísimo más que aquellas». Quisiéramos recordarle sr. Buen que la biodiversidad es la mismísima base de la vida en la Tierra y el principal sustento de nuestra existencia, ya que sin ella nuestra propia vida no sería factible. El superpuerto acabaría con la riqueza de Jaizkibel amenazando irreversiblemente la calidad de vida y la salud de los miles de personas del entorno.
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