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COOPERACIÓN JUDICIAL CON ESTADOS UNIDOS EN CASO ASSANGE ES IMPROCEDENTE Y VERGONZOSA

Lunes 1ro de abril de 2019 por CEPRID

COMITÉ INDEPENDENCIA Y SOBERNANÍA PARA AMÉRICA LATINA

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En la misma Cancillería de la República del Ecuador existen diplomático y funcionarios que critican al Ministro de Relaciones Exteriores José Samuel Valencia Amores, por permitir que seis diplomáticos acreditados en la Embajada del Ecuador en Londres, fueran interrogados por la Fiscalía del Ecuador, por “petición” del Departamento de Justicia de Estados Unidos como un acto de “cooperación” sobre supuestas reuniones entre Julian Assange y Paul Manafort, hombre de confianza y uno de los jefes de campaña del hoy presidente Trump.

Es indignante, improcedente y vergonzosa la conducta del Ministro Valencia, quien fuera nombrado por el presidente Moreno en junio de 1918 en reemplazo de María Fernanda Espinosa, después de que ella fuera nombrada embajadora de la misión Diplomática de Gestiones Especiales, con rango de embajadora jefa de Misión del Servicio Exterior, para presidir la Asamblea General de las Naciones Unidas, que haya consentido que se interrogue y humille a diplomáticos ecuatorianos a pedido de Estados Unidos.

El “trabajito”, es decir el proceso indagatorio fue ejecutado por la Unidad Nacional Especializada en Investigación Contra la Delincuencia Organizada Transnacional que, hasta la fecha, no ha emitido ningún pronunciamiento al respecto. Se afirma, también, que investigadores estadounidenses han estado presentes en el interrogatorio a seis ex diplomáticos y personal en la Embajada de Ecuador en Londres, después de la publicación del diario británico “The Guardian” de supuestas reuniones entre Julian Assange y Paul Manafort, según sostiene el portal Wikileaks. La pregunta clave surge espontáneamente: ¿Por qué The Guardian se presta para esos juegos geopolíticos? ¿Qué intereses defiende ahora? ¿Por qué?

La misma fuente señala que bajo el convenio de Asistencia Penal Internacional y a pedido de las autoridades estadounidenses, la Fiscalía de Ecuador inició una serie de interrogatorios a los diplomáticos ecuatorianos que prestaron servicio en la embajada de Londres. El fiscal que lleva el caso es Wilson Toinga, de acuerdo con lo que se pudo conocer en las instalaciones de la entidad judicial en Quito.

En noviembre de 2018, The Guardian informó que Manafort y Assange se habían encontrado en varias ocasiones entre 2013 y 2016. WikiLeaks negó estos encuentros.

Tras ello, Wikileaks explica que “seis congresistas demócratas, citando la historia de Passing-Manafort en el The Guardián, escribieron al Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, para exigir que los Estados Unidos soliciten que Ecuador suministre dicha información”.

Además, “mencionan que el Departamento de Justicia estadounidense (DOJ por sus siglas en inglés) emitió cartas rogatorias para interrogar a los ex diplomáticos ecuatorianos y señalan que Ecuador programó todo para cumplir con lo solicitado o mejor dicho exigido, situación que no atenta sólo contra la dignidad nacional, sino que afecta gravemente a la soberanía e independencia del país andino.

Sostienen que esta “historia falsa, intencionalmente plantada en la portada del The Guardián ha conducido ahora a declaraciones en el Congreso, la activación del Secretario de Estado de los Estados Unidos, el DOJ, el DOJ de Ecuador, y el asombroso acuerdo de Ecuador para dejar formalmente a un poder extranjero interrogar a su personal diplomático”.

HUMILLANTE ATROPELLO A LA SOBERANÍA

Fidel Narváez, ex Cónsul en la Embajada del Ecuador en Londres, expresa que no cooperará con el llamado de la Fiscalía, por considerarlo un humillante atropello a la soberanía del país.

A pedido del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, la Fiscalía de Ecuador citó a seis ex diplomáticos ecuatorianos que laboraron en la embajada del país andino en Londres.

Sobre la investigación del denominado caso Assange, Narváez expresa que en medio están las garantías para el trabajo de los representantes diplomáticos en cualquier legación.

El ex cónsul del Ecuador en Londres calificó como una afrenta a la soberanía los interrogatorios hechos por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos a diplomáticos y funcionarios ecuatorianos, y como una vergüenza la actitud servicial de las autoridades ecuatorianas, al permitirlo.

Fidel Narváez aseveró que una cooperación de ese tipo, para investigar a un asilado político es improcedente. “Más allá del entreguismo extremo que significa que el Ecuador someta a esa humillación a sus diplomáticos, el Ecuador se deshonra e incumple su obligación de Estado asilante de proteger los derechos del asilado y de otorgarle protección especial, como lo manda el artículo 41 de la Constitución.

El Ecuador no ha retirado el asilo a Julián Assange, por tanto, cuando se pretende ejercer la cooperación judicial internacional en materia penal con respecto a una persona que goza de asilo calificado, lo más probable es que este hecho sea parte de la persecución políticamente motivada de la cual es víctima el asilado,” declara, rotundamente, Fidel Narváez.

El ex Cónsul explicó que existe toda una batería de instrumentos internacionales que el Ecuador irrespeta y que, en su criterio, hacen esa cooperación inviable. “El Ecuador como Estado protector tenía la obligación de denegar el pedido de cooperación judicial internacional por cuanto no cabe, en estricto derecho, que el asilado sea tratado como un delincuente común en detrimento de sus derechos fundamentales, tanto humanos como procesales, que están siendo cuestionados por el Estado requirente y frente al cual justamente goza de asilo, es decir, protección.”

Narváez citó la Convención Interamericana sobre Cooperación Judicial Internacional en Materia Penal, de 1992, firmada y ratificada tanto por el Ecuador como por los Estados Unidos, que obliga a las partes contratantes a denegar la cooperación mutua en materia penal cuando la solicitud se refiere a un delito político.

Igualmente, el Tratado Modelo de asistencia recíproca en asuntos penales, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, establece el principio por el cual el Estado requerido puede denegar la asistencia judicial, si considera que el delito tiene carácter político, lo cual es justamente la base del asilo, según un texto que fue proporcionado a la Revista SIEMPRE por el padre del ex cónsul de la Embajada del Ecuador, en Reino Unido.

Narváez fustigó el papel de la Cancillería como “vergonzoso”: “De conformidad con la Constitución y la Ley de Movilidad Humana los casos de asilo y de refugio son de responsabilidad de la Cancillería. No son casos penales. No puede la Fiscalía asumir el papel de árbitro entre las exigencias de un poder extranjero y las demandas propias del derecho de asilo que se ven amenazados cuando se admite una solicitud de cooperación judicial que afecta a una persona que goza legalmente de protección internacional, considerando que el fin de dicha cooperación, no puede ser otro que crear artificiosamente las condiciones para que cese el asilo. Qué vergüenza que la Cancillería se desentienda de todo esto”, enfatiza el ex cónsul

Al ser consultado si acudirá a la citación de la Fiscalía, Narváez expresó que de ninguna manera. “Yo no me prestaré para humillaciones de ese tipo. Es inverosímil lo que está sucediendo. Los fiscales del país perseguidor, interrogando a diplomáticos ecuatorianos en contra de un asilado político, quien supuesta y precisamente goza de la protección del Ecuador frente a ese estado.

Todo esto con la venia xenuflexa de la nueva política exterior de nuestro país. Los Estados Unidos jamás permitirían que un fiscal ecuatoriano les ponga en fila a diplomáticos americanos, para investigar a un alguien que goce da la protección de ese país. El Fiscal puede ahorrarse tiempo y papel en mi caso. No acudiré” afirmó enérgicamente Narváez.

La prensa ecuatoriana como Diario el Universo informaba que investigadores estadounidenses interrogan a diplomáticos ecuatorianos que pasaron por Londres sobre las personas que visitaron en los últimos seis años en esta embajada al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.

WikiLeaks, famosa por la publicación de documentos oficiales clasificados, afirmó en un comunicado que el Departamento estadounidense de Justicia estaba investigando los supuestos encuentros entre Assange y el exdirector de campaña de Donald Trump, Paul Manafort.

Por su parte, el Departamento de Justicia de Estados Unidos rechazó hacer ningún comentario a la AFP, señala la agencia.

Según WikiLeaks, los investigadores desean hablar con seis personas que trabajaron en la embajada de Ecuador en Londres. Otros diplomáticos, que todavía ejercen en la capital británica, podrían ser interrogados en un futuro.

El diario británico The Guardian informó en noviembre que Manafort y Assange se habían encontrado en varias ocasiones entre 2013 y 2016.

Assange, australiano de 47 años, se refugió en la embajada ecuatoriana en 2012 para escapar a una orden de arresto europea en el marco de un caso de supuesta violación y acoso sexual en Suecia. Aunque ese caso ya fue archivado, Assange sigue en la legación, asegurando que teme que la policía británica lo arreste y lo extradite a Estados Unidos por violación de la seguridad nacional.

WikiLeaks niega cualquier encuentro entre Assange y Manafort, un personaje central de la investigación del fiscal especial estadounidense Robert Mueller sobre los lazos de Trump con Rusia.

Según WikiLeaks, Ecuador se mostró especialmente complaciente ante las peticiones de interrogatorios, situación que ha sido criticada y rechazada por Fidel Narváez quien se desempeñaba como Cónsul en la Embajada del Ecuador en Londres y como tal sostenía relaciones diplomáticas con el asilado.

El ministerio de Relaciones Exteriores "aprobó la petición, aunque sea extremadamente inusual autorizar interrogatorios de ex diplomáticos sobre el trabajo, o aportar a investigadores extranjeros información sobre personas que hayan obtenido asilo político", lamentaron varias organizaciones defensoras de los derechos humanos en Ecuador.

Al ser preguntado por la AFP, sobre ese inusual procedimiento, el ministerio de Exteriores ecuatoriano declinó hacer comentarios, alegando que el caso incumbía a la Justicia del país, "de manera independiente al poder ejecutivo", según una publicación del diario guayaquileño El Universo,

Julián Assange lleva desde 2012 asilado en la Embajada de Ecuador en Londres. Al referirse a este problema el diario ecuatoriano El Mercurio de la ciudad de Cuenca publicaba un análisis de Sinay Céspedes Moreno que bajo el título: Ecuador: enigma ronda pesquisa de EE.UU. sobre citas Assange-Manafort, decía: “Las entrevistas sobre posibles encuentros entre Julian Assange y Paul Manafort, realizadas por investigadores de Estados Unidos a extrabajadores y personal de la embajada de Ecuador en Londres, se mantienen como un enigma.

La petición de Washington de intercambiar con los exdiplomáticos fue anunciada por el portal WikiLeaks, fundado por Assange, y responsable de la divulgación de miles de documentos clasificados sobre prácticas irregulares autorizadas por la Casa Blanca.

Según el sitio digital, las entrevistas girarían en torno a presuntas reuniones sostenidas entre el ciberactivista australiano, asilado en la sede diplomática de Ecuador en Londres desde 2012, y Manafort, exjefe de campaña del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

’El 7 de enero de este año, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, emitió cartas rogatorias para interrogar a seis exdiplomáticos y personal de la embajada ecuatoriana de Londres, después de la historia fabricada por The Guardian de las reuniones de Assange-Manafort’, afirmó WikiLeaks en la red social Twitter y añadió que el gobierno nacional accedió a la solicitud.

Las citas secretas habrían tenido lugar en la capital del Reino Unido, en 2013, 2015 y 2016, de acuerdo con un artículo difundido, en noviembre último, por el diario británico The Guardian, aclaró WikiLeaks.

Aunque las autoridades no han ofrecido declaraciones oficiales al respecto, varios medios de comunicación hicieron referencia al tema de las entrevistas, que despertaron, no solo interés, sino también preocupación, ante el silencio gubernamental, en especial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, cuestionado al respecto.

’La Cancillería ecuatoriana, respetuosa de la independencia de las funciones del Estado, prefiere no pronunciarse ante el tema, pues compete a la Función Judicial y específicamente a la Fiscalía, quien pudiera manifestarse ante este asunto’, fue la respuesta de esa cartera de estado.

Por su parte, el Ministerio Público tampoco ha emitido ninguna declaración.

Hasta el momento, solo el abogado de Julian Assange, Carlos Poveda, emitió criterios en declaraciones exclusivas para la página digital Ecuador Inmediato, en las cuales considera que el hecho constituye una vulneración de los derechos de su defendido.

Poveda precisó que Assange ni su equipo legal recibieron notificación sobre esa diligencia.

’El día de hoy hemos interpuesto un escrito, indicando que nos notifiquen también a nosotros y que nos permitan revisar el expediente, que es de cooperación judicial’, comentó el letrado.

Asimismo, aprovechó la ocasión para recordar que el artículo del The Guardian, sobre las supuestas reuniones Assange-Manafort, nunca fue verificado y se plantearon dudas sobre la veracidad de los hechos.

Los acontecimientos actuales se suman a la situación que enfrenta el australiano en la sede diplomática ecuatoriana en Londres, donde hace unos meses se le impuso un régimen especial, según el cual sus visitas son controladas y debe pagar por los servicios básicos.

Recientemente, también se difundió en redes sociales que se privó del uso de la calefacción y su cama fue retirada, lo cual desmintió el ejecutivo mediante Comunicado Oficial.

Para muchos, la administración nacional busca presionar al ciberactivista a fin de lograr que abandone la misión diplomática, en la cual lleva más de seis años, teoría respaldada, hasta cierto punto, por aseveraciones de funcionarios oficiales, en las cuales han hecho hincapié en que se entregue a las autoridades de Londres.

Suecia abrió un proceso legal contra el informático australiano por supuestos delitos sexuales que terminó archivado. Sin embargo, su defensa teme que si abandona la embajada será arrestado por la policía británica y podría terminar extraditado a Estados Unidos, donde lo procesarían por las filtraciones.

Desde Quito múltiples son las acciones desplegadas para intentar solucionar el problema, sin obtener resultados positivos, entre ellas, el otorgamiento de la ciudadanía ecuatoriana al ciberactivista, la cual representantes de la derecha piden revocar.

El panorama para el australiano, quien ya cuenta con limitaciones en su condición de asilado, se torna cada vez más complicado.

Por su parte,mv/scm, Prensa Latina e HispanTV informaban que la Cancillería del Ecuador ha confirmado que, como parte de una asistencia penal internacional, Estados Unidos interrogó a funcionarios consulares ecuatorianos que han trabajado en la embajada de Ecuador en Londres, sobre el caso de Julián Assange.

Oficialmente la Cancillería del Ecuador conjuntamente con la Fiscalía General, informan que se ha implementado una asistencia penal internacional, solicitada por Estados Unidos, para interrogar a diplomáticos, y personal administrativo de la embajada de Ecuador en Londres, pero para los abogados nacionales e internacionales que defienden a Julian Assange y expertos en derecho penal. lo primero que se debió hacer es notificar a la defensa de Julián Assange sobre esta diligencia, al tratarse de su caso.

Ante el secretismo de las interrogaciones, la defensa de Assange interpuso un escrito, a la Fiscalía General, para que le sea notificado este procedimiento, sin obtener respuesta, lo que, para expertos en derechos humanos, es un atentado.

Para un jurista el principio universal de la contradicción se ha vulnerado, más aún cuando se desconoce si los interrogatorios fueron hechos en Quito o en Londres.

Para otro analista internacional, se ha revelado con claridad el interés de penalizar y sancionar en Estados Unidos a Assange, por sus publicaciones en Wikileaks.

Incluso, las diversas voces sostienen que no importarán los procedimientos en su afán persecutorio, la defensa de Assange exige que se revele, de que delito lo acusan.

Pese a las aclaraciones oficiales de la Fiscalía y la Cancillería del Ecuador, el portal Wikileaks ha publicado, que son investigadores estadounidenses los que realizan estos interrogatorios, a los funcionarios consulares ecuatorianos, sostenía el periodista Robinson Robles en https://www.youtube.com/c/HispanTVCan.

No hay respeto a ninguna soberanía de ningún país por parte de Estados Unidos que actúa como gendarme universal, prevalido de su potencia militar guerrerista y de su economía famosa por imprimir billetes de dólares sin respaldo.

Por su parte, el periodista Fernando Vaca protesta por esa intromisión yanqui al decir que entrar a un Pais y luego a una Embajada a Interrogar al hombre que nos abrió los ojos en contra de la corrupción mundial practicada por el imperio yanqui es otra monstruosidad propia de la prepotencia de la Casa Blanca.

En el mundo entero se destaca, bajo protesta, la intromisión de Estados Unidos en la Justicia y en la diplomacia del Ecuador con el pretexto de interrogar a seis diplomáticos ecuatorianos que habrían tenido contacto son el asilado Julián Assange, para verificar si el asilado fundador de Wikileaks habría tenido contacto y sostenido entrevistas con Paúl Manafort, consultor estadounidense que se desempeñaba como Jefe de campaña electoral de Donald Trump.

La intención de esos interrogatorios fue la de descubrir de qué manera Assange habría intervenido en el proceso electoral en contra de la candidata Hilary Clinton y favor de Trump, con el uso de correos electrónicos y otras redes sociales. Todo un relato fantasioso, tejido para “demostrar” la intervención rusa en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Como parte de lo que se ha denominado la “trama rusa” Diplomáticos ecuatorianos rendirían versión sobre Assange y Manafort, destacada por su parte la Agencia EFE.

Añadía que Seis diplomáticos ecuatorianos, unos en activo en la legación de Londres y otros no, rendirán versión en Quito ante funcionarios estadounidenses sobre una presunta reunión entre Julian Assange y el consultor estadounidense Paul Manafort, confirmaron a la agencia Efe fuentes judiciales.

Las versiones se recogerían en la Fiscalía General del Estado que no ofrecerá información sobre las mismas porque se trata de un proceso judicial. Algunos de los funcionarios que serán interrogados cumplen aún funciones en la embajada ecuatoriana en Londres, en tanto que otros ya la abandonaron. Los que están en activo se espera que lo hagan por videoconferencia, agregaron. La plataforma WikiLeaks informó que el Departamento de Justicia de EE.UU. interrogará a seis miembros del personal de la legación ecuatoriana en Londres.

Según WikiLeaks, el interrogatorio estaría relacionado con una información que el diario británico The Guardian publicó en noviembre sobre que Manafort, exjefe de campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo reuniones secretas con Assange en la sede ecuatoriana en Londres, donde está asilado, en 2013, 2015 y 2016. La presunta reunión de más interés es la que se habría, supuestamente, producida en marzo de 2016, cuando Manafort acababa de unirse a la campaña electoral de Trump, y meses antes de que WikiLeaks, siquiera fuese nombrada por sus detractores en la fantástica y mágica intervención en las elecciones de Estados Unidos.

Manafort es una figura clave en la investigación de la “trama rusa”, dirigida por el fiscal especial Robert Mueller, que lleva a cabo pesquisas sobre la presunta injerencia de Rusia en los comicios presidenciales en EE.UU. de 2016. El exjefe de campaña de Trump ha sido declarado culpable de ocho delitos de fraude y se espera que en marzo se dicte sentencia sobre otro caso, después de que el acusado rompiera supuestamente un acuerdo de culpabilidad firmado con la fiscalía de Estados Unidos.

Cabe destacar que tanto WikiLeaks como Manafort han negado que la información publicada por The Guardian sea cierta, y el exjefe de campaña de Trump aseguró en un comunicado en noviembre que "nunca" se había reunido con Assange ni "con nadie conectado con él". Sin embargo, un grupo de seis legisladores demócratas instó en diciembre en una carta al secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, a averiguar qué había de cierto sobre la información del rotativo británico, para arrojar luz sobre "los esfuerzos de interferencia extranjera en las elecciones" estadounidenses, según una información difundida por el diario guayaquileño El Telégrafo

Julian Assange, hasta estos días soporta un serio acoso dentro de la Embajada del Ecuador en Londres, por parte de funcionarios ecuatorianos. Se le han impuesto nuevos “protocolos”, se le ha quitado el acceso a computadoras e internet, se le han restringido drásticamente las visitas. Prácticamente se lo mantiene en un encierro que deteriora su salud al restringirle muchos derechos, situación que se agrava, si el gobierno del presidente Moreno le considera un huésped indeseable y el canciller Valencia un “mal agradecido” porque el Estado ecuatoriano le designa un millón de dólares anuales para su permanencia en la Embajada en calidad de asilado.

La posición de Valencia y su “dolor de cabeza” se deben a que los abogados de Assange, Baltasar Garzón de España y Carlos Poveda de Ecuador, ha presentado una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA – CIDH- para exigir se le devuelvan los derechos que le han sido conculcados con la aplicación de un nuevo protocolo impuesto por el gobierno de Moreno que se muestra tan servicial ante el imperio y sus mandatos, para que el asilado se vea constreñido en todas sus actividades y abandone el asilo que mantiene desde hace más de seis años en la Embajada ecuatoriana en Londres.

Se informó que la Procuraduría General del Estado será la instancia encargada de responder a la CIDH, desvirtuando cada una de las demandas de Assange que ya le fueron negadas por la justicia ecuatoriana. El Canciller Valencia declaraba que la demanda de Assange ante la CIDH “era una manifestación de escasa gratitud hacia nuestro país”. Añadía que “confiamos en que la CIDH va a conocer los argumentos de hecho y de derecho que el Ecuador va a exponer y nos va a dar la razón”.

Julián Assange debe ser protegido tanto de amenazas externas como internas. A pesar de que sea un huésped indeseable para el Gobierno del Ecuador, Assange tiene todos los derechos que le corresponden como ser humano y mucho más en su estado de indefensión ante las amenazas del imperio británico y del imperio yanqui.

Correo electrónico: tribunalpazecuador@yahoo.com


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