CEPRID

Para la casta “pura” sí importa una violación en la India

Viernes 6 de septiembre de 2013 por CEPRID

Suraj Yengde

CEPRID

Traducido por María Valdés

“A la mujer no le importa la edad de la persona si quiere tener relaciones sexuales” (1)

“Ella sólo ama los adornos, el dinero y la ropa; está llena de deseos sexuales, es traidora y egoísta” (2)

Estas son las citas del texto sagrado brahmánico “Manusmriti”, que inspiró el gobierno de esta casta sobre las vidas de millones de indios por un tiempo considerable durante los últimos 2.000 años.

Introducción

Las recientes protestas en la capital y en otros lugares podrían significar la explosión de la conciencia de género en la sociedad de la India, que es una "sociedad de paradojas”, donde por una parte hay éxito y por otra los ciudadanos no privilegiados se enfrentan a la violencia y la discriminación en la mayor democracia del mundo.

El tema de las mujeres que luchan y se enfrentan a la violencia sexual con frecuencia llama la atención en los medios de comunicación a nivel nacional. Sólo que con motivo de los últimos casos el tema ha sido seguido por los medios y organizaciones extranjeras. En todas partes hubo expresiones políticas audaces. Un del Partido del Congreso [Nacional Indio, gobernante] y el hijo de la presidente de la República fueron reprendidos por los medios por sus comentarios hacia la comprensión de la violación cuando reclamaban a las niñas que no se pusiesen faldas y respetasen la tradición. Algunos ideólogos de derechas, como Bhagavad Mohan, jefe de la controvertida organización fundamentalista hindú RSS (Rashtriya Swaysevak Sangh, Asociación Nacional de Voluntarios), vienen exigiendo el cese de la co-educación para evitar “consecuencias injustificadas”. Algunos gurús hindúes culpan a las niñas. La oposición en la Cámara Alta y en la cámara Baja expresaron su condena de las violaciones, “Bollywood” expresa su preocupación y todo ello hace que las víctimas de las violaciones reciban muestras de simpatía de la sociedad.

Pero hay una gran cantidad de intereses egoístas en todo ello. Es evidente el fracaso de la sociedad a la hora de hacer frente a la situación de los derechos de las mujeres, en especial de las mujeres dalit.

Glamour

Es difícil no ver los intereses creados entre quienes se sumaron a las protestas: partidos políticos, líderes religiosos, medios de comunicación, Bollywood… Entre todos los participantes en las protestas sólo los jóvenes estudiantes fueron los honestos, pues fueron los únicos que culpaban al gobierno y mostraban su frustración. Pero pese a eso, fueron engañados. Una vez más.

Los líderes religiosos se apresuraron a consolar a las familias de las víctimas, mostraron su solidaridad. Pero ¿olvidan que en los textos religiosos, cuyas leyes gobiernan la India desde tiempos remotos, dicen que “las mujeres tienen malas inclinaciones y que, si no son protegidas, traerán dolor a las familias”? ¿o que “las mujeres están en el camino del infierno”? Así retrata la religión hindú a la mujer. Y alguno de esos líderes religiosos, como Ramcharit Manas recomienda, dicen que la mujer es “un animal, analfabeta, y necesita ser golpeada como un tambor”.

El Islam tampoco está libre de culpa a la hora de degradar a la mujer.

Ninguna religión puede proporcionar igualdad a las mujeres en una sociedad patriarcal. A pesar de la relación esporádica que se condecía a las mujeres en los textos sagrados, los líderes “nobles” minaron la posición de la mujer en la sociedad y en otros lugares. Organizaciones islámicas como Jamaat-e-Islami Hind y otras organizaciones afines recomiendan la continuación del viejo orden social, con predominio de los hombres sobre las mujeres.

¿Con qué derecho protestan los líderes religiosos por las violaciones manteniendo esto? Además, en muchos casos las violaciones no son denunciadas en lugares donde ellos tienen responsabilidad. Por lo tanto, cuando dicen ser defensores de la igualdad de la mujer y la protección de sus derechos primero deben expresar una disculpa pública por el pasado de violencia religiosa contra las mujeres y el mantenimiento de esos parámetros en sus libros religiosos.

Sin embargo, y reconociendo que estas manifestaciones de rechazo a las violaciones han sido ampliamente difundidas todavía queda una comunidad vulnerable en la India, de la que no son conscientes los manifestantes: las mujeres dalit [las “intocables” en el sistema de castas]. Son las más discriminadas del mundo y sufren tres opresiones: por motivos de género como consecuencia de la sociedad patriarcal, como miembros de la casta intocable y como clase, dado que son el sector más pobre y marginado de la sociedad.

La difícil situación de las mujeres dalit

Al mismo tiempo que se producían las manifestaciones en Delhi contra las violaciones en Bhopal era violada una mujer embarazada, violación que, además, terminó con su asesinato. Al día siguiente una niña violada se suicidó en Punjab. En solo un mes fueron violadas 19 mujeres en Haryana. Sin embargo, ninguno de esos casos mereció una línea en los medios de comunicación con el argumento de que así no se “calentaba” el ambiente en el país.

La violación de las mujeres dalit no es algo nuevo en la India. Lo dice mucha gente, incluyendo la Oficina de la Mujer de la oNU, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el mandato sobre el Racismo de la ONU, el relator especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y un largo etcétera.

La mayoría de los casos de violación ocurren en los pueblos y aldeas, y casi el 80% de ellas son en mujeres dalit. El abuso sexual y la violencia contra las mujeres dalit comienza en la primera infancia, es casi la consecuencia de su casta, y desde entonces inicia un viaje humillante en la vida en la que tiene que aceptar la culpa de sus padres por haber nacido en una sociedad maldita. Las niñas dalit no pueden acceder fácilmente al espacio social de la sociedad, ni recoger agua de ciertos lugares debido a su casta, ni asistir a la escuela, ni estudiar largas horas ya que tiene que trabajar ayudando a sus padres. Es discriminada por su casta en todas las ocasiones excepto cuando se trata de forzarla para el sexo libre [prostitución] y mano de obra barata. Una menor dalit es una presa fácil; incluso antes de llegar a la pubertad a menudo se abusa de ella y se la viola, un tipo de incidentes que no se suelen denunciar.

Toda su vida es tratada como una esclava sexual y eso es bastante evidente en el sistema Devadasi, designado para actuar como una pareja sexual para el sexo pervertido y maníaco de los sacerdotes de los templos.

Se podría argumentar que, cuando se trata de una violación es absurdo discriminar a la víctima por su casta o religión dado que la violación afecta a toda la comunidad de “mujeres”. Pero es evidente que la mayoría de las violaciones, desde tiempos inmemoriales, son sólo contra un sector particular de la sociedad que, por desgracia, no tiene tanta información. Y es un hecho que los manifestantes no salen a la calle con la misma rapidez y contundencia cuando la violación es contra las mujeres dalit. No hubo ninguna protesta nacional en las violaciones de Haryana, ni en Maharashtra, ni en Satara, ni en Tamil Nadu. Todas eran dalit. Son sólo algunos ejemplos, y la lista es larga.

Un recuento somero habla de 35 violaciones en Maharashtra, 21 en Tamil Nadu, 20 en Gujarat. 76 en total en un corto espacio de tiempo. De ellas, 15 terminaron en muerte. Y en 37 casos la violación fue en grupo. Sólo se investigaron 3 casos. El Relator Especial de la ONU sobre la violencia contra la mujer dice en un informe que “la mujeres dalit se enfrentan a la violencia, incluso la violación y el asesinato, por parte de actores estatales y miembros poderosos de las castas dominantes como forma de infligir lecciones políticas y reprimir la disidencia dentro de la comunidad”.

De cara al futuro

Hay una clara tendencia a no ver las atrocidades contra los grupos más discriminados del mundo. La sociedad debe aprender una lección de los últimos incidentes de violación. Por lo menos, debe empezar a pensar acerca de cómo evitar este tipo de incidentes y hacer de la vibrante y colorida India una sociedad libre de estigmas de casta, clase, género y religión.

Los manifestantes todavía son muy ignorantes sobre lo que ocurre entre las mujeres dalit, sólo se preocupan cuando les ocurre a ellos [se refiere a que las víctimas pertenecen a las clases superiores, “puras”, como dice el titular]. La naturaleza sesgada de las mujeres de las castas superiores es otro problema para hacer justicia a las mujeres dalit, debido a los perjuicios de casta y raciales. Su aversión hacia las mujeres dalit es proverbial.

Hasta la fecah es claramente visible que cada vez que ocurre alguna atrocidad contra los dalit en la India el único grupo que toma cartas en el asunto son los propios dalit. Rara vez hay alguien convencional que levanta la voz contra esta injusticia. Bollywood está en Maharashtra, pero ninguna de sus películas se ha atrevido a mostrar la situación de los dalit, y eso que las atrocidades contra los dalit venden bien en el mercado de las ONGs y agencias de desarrollo.

Mi experiencia personal es que ninguna ONG india que trabaja a nivel internacional ha organizado jamás protesta alguna contra esta barbarie, a excepción de las propias mujeres activistas dalit. Y las pocas ONGs indias que son algo activas en estos casos se rigen por sus propios prejuicios.

Notas

[1] Manusmriti: Capítulo IX verso 114

[2] Manusmriti: Capítulo IX versículo 17


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