CEPRID

Inversiones extranjeras directas en África: nuevos desarrollos

Lunes 10 de mayo de 2010 por CEPRID

Silvio Baró

CEAMO

Los flujos de inversiones extranjeras directas dirigidas al continente africano aumentaron de unos 18 mil millones de dólares en el año 2004 a unos 88 mil en el 2008, lo cual significó una tasa de crecimiento promedio anual del 48%. (1)

Este crecimiento es la demostración de la importancia concedida a Africa en tiempos recientes por los inversionistas de distintas latitudes del planeta.

Mientras que en el año 2007 la subregión de Africa norte acogió el 36% de los flujos de inversiones extranjeras directas y la de Africa subsahariana recibió el 64% restante, en el 2008, las proporciones relativas fueron de 27% y 73%, respectivamente, lo cual está poniendo de manifiesto el vuelco operado en la importancia relativa de las dos regiones. (2)

El comportamiento seguido por las inversiones extranjeras directas hacia el continente muestra rasgos paradójicos. A pesar del estallido de la actual crisis global, los flujos continuaron creciendo en el año 2008 hasta totalizar unos 61,9 mil millones de dólares. (3) Esto constituyó un elemento favorable para las economías africanas, las cuales vieron como comenzaba a restringirse su acceso a los préstamos en los mercados financieros internacionales, reducirse la ayuda externa y disminuir las remesas de los trabajadores migratorios.

No obstante este crecimiento en los flujos, el continente continúa ocupando una posición marginal en los flujos mundiales de inversiones extranjeras directas: 2,4% en el 2004 y 5,2% en el 2008. (4) Ello parece deberse al hecho de que aún los inversionistas internacionales mantienen consideraciones objetivas y subjetivas negativas acerca de Africa basadas en características como el tamaño de los mercados, la débil infraestructura, las guerras civiles, el hambre, las enfermedades, la corrupción, la pobre gobernabilidad, las ineficaces estrategias de comercialización, etc.

Estos flujos de inversiones extranjeras directas resultan de gran importancia para los países africanos, pues su participación en la tasa bruta de inversiones se elevó del 12,6% en el 2004 al 19,6% en el 2006. Por su parte, estos mismos flujos representaron 11,7% del PIB africano en el 2004, 27% en el 2007 y 29,5% en el 2008. (5) Una comparación de la postura de los líderes políticos africanos hacia las inversiones extranjeras directas en el período posterior a las independencias políticas y en la actualidad, permite apreciar un significativo cambio en las posiciones de éstos.

Parecen haberse echado a un lado los criterios de los primeros momentos en que las inversiones extranjeras directas eran vistas con recelo, como un elemento que contribuía a restringir la soberanía nacional, provocaba la quiebra de las empresas nacionales y no dejaba beneficios a los países.

Los actuales dirigentes políticos africanos que actúan en un mundo globalizado y con una gran extensión de las políticas económicas neoliberales, se ven obligados a desarrollar una actuación más pragmática debido a las restricciones que les imponen las restricciones en el acceso a los préstamos de los mercados financieros internacionales, los niveles y algunas características de la ayuda externa otorgada y la reducción de las remesas de los trabajadores migratorios a instancias de la actual crisis global.

Algunos analistas consideran que solo se ha realizado un estudio parcial o superficial de las determinantes que pueden influir en la promoción e ingreso de las inversiones extranjeras directas en los países africanos.

Los factores generalmente contemplados son la inestabilidad macroeconómica, las restricciones a las inversiones, la corrupción y la inestabilidad política, la existencia o no de programas de privatización, la liberalización de las políticas de las inversiones extranjeras directas, las actividades de promoción de la inversión, etc. (6)

Los gobiernos africanos han venido desarrollando un conjunto de acciones encaminadas a crear un mejor clima para las inversiones como la realización de modificaciones legales, la firma de tratados bilaterales de inversión y la concertación de tratados de doble imposición (BITs y DTTs, respectivamente, por sus siglas inglesas).

A finales de 2008, existían más de 1 182 instrumentos concluidos por los países africanos: 715 BITs y 467 DTTs firmados principalmente con el Reino Unido, Francia, Alemania e Italia. (7)

Esta ofensiva de los gobiernos africanos –a veces una competencia entre ellos para atraer a los inversionistas extranjeros— ha determinado que el continente muestre una densidad de 12 BITs por cada país, cifra similar a la mostrada por los países latinoamericanos. Un estudio realizado por Elizabeth Asiedu, investigadora del Departamento de Economía de la Universidad de Kansas, indica que existen otros factores menos o no analizados que también influyen en los flujos de inversiones extranjeras directas como el bajo nivel de la inflación, la buena infraestructura, la población educada, el adecuado sistema legal, el cese de conflictos y los procesos de reconstrucción en diversos países y la iniciativa del African Peer Review Mechanism (APRM), así como la disponibilidad de recursos naturales. (8)

Atendiendo a la distribución geográfica, los principales destinos de las inversiones extranjeras directas en el 2008 fueron: Nigeria, Argelia, Egipto, Sudáfrica y Libia. (9)

Por orden de importancia, la región de Africa meridional recibió unos 27 mil millones de dólares en el 2008, Africa occidental totalizó 26 mil de millones de dólares, África norte tuvo entradas por unos 24 mil millones, las inversiones dirigidas a África central fueron de 6 mil millones y hacia Africa oriental se dirigieron solo 4 mil millones. (10)

La distribución sectorial de las inversiones extranjeras en el continente africano no ha tenido sustanciales cambios. El sector primario, y básicamente las actividades de los sectores de la energía y la minería, fue el que acumuló el peso específico de las inversiones.

No obstante, la extensión de las políticas liberalizadoras propugnadas por la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la obligación de los países africanas a tener que cumplir con sus disposiciones, han determinado que se observe un cierto aumento de las inversiones en algunas esferas del sector terciario como las comunicaciones las infraestructuras y, en menor medida, la actividad financiera.

Otro aspecto novedoso que muestran los flujos de las inversiones extranjeras directas hacia el continente consiste en que, si bien las principales fuentes emisoras de los flujos continúan siendo las naciones industrializadas –Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania—, se observa un aumento de otros actores internacionales que han comenzado a participar en el continente. (11)

En este sentido llama la atención la presencia de naciones asiáticas como, además de Japón, la República Popular China, India, Malasia, Corea del Sur y Taiwán. (12)

Incluso, aunque su importancia relativa es mucho menor, debe seguirse el comportamiento de países dentro del propio continente que realizan inversiones como es el caso de Sudáfrica y Angola.

A modo de conclusión debe ser indicado que un estudio llevado a cabo por la UNCTAD –y mediante el cálculo de los Indices de Ejecución y Potencialidad de las Inversiones Extranjeras Directas—, ha permitido apreciar que muchos países del continente africano no han aprovechado plenamente las potencialidades que pudieran explotar a partir de las inversiones extranjeras recibidas. (ver la Tabla núm. 1)

Tabla 1: Clasificación de los países africanos de acuerdos a los Indices de Ejecución y Pontecialidad (2000-2002)

Alta ejecución

Alto potencial

Países de avanzada

Botswana

Bajo potencial

Por encima del potencial

Angola, Congo, Gambia, Mali,Marruecos, Mozambique, Namibia, Sudán, Togo, Túnez, Uganda,Tanzania

Baja ejecución

Alto potencial

Por debajo del potential

Libia, Sudáfrica

Bajo potencial

Países de retaguardia

Argelia, Benin, Burkina Faso, Camerún, República Democrática del Congo, Côte d’IVoire,Etiopía, Gabón, Ghana, Guinea, Kenya, Madagascar, Malawi, Níger, Nigeria, Rwanda, Senegal, Sierra Leona, Zambia, Zimbabwe

Fuente: UNCTAD, World Investment Report, New York/Geneva, 2004.

Referencias:

(1) UNCTAD: World Investment Report 2009: Transnational Corporations, Agricultural Production and Development, New York/Geneva, 2009, p.42.

(2) Ibid.

(3) “Inversión extranjera directa: Perspectivas Económicas de África”, http://www.africaneconomicoutlook.org.

(4) CNUCED: «Forte croissance de l’investissement étranger direct en Afrique, mais surtout dans les pays dotés de ressources», http://www.unctadxii.org. Ver también “Inversión extranjera directa (…)”, art. cit. y UNCTAD: World Investment Report 2009, op. cit., p. 43.

(5) El Economista: “Africa recibe mayor inversión extranjera directa de su historia”, http://www.eleconomista.es, 16-10-06 y UNCTAD: World Investment Report 2009, op. cit., p. 42.

(6) Karl P. Sauvant: “Africa: The FDI Opportunities are Local”, International Trade Forum, Issue 1, 2007, http://www.tradeforum.org. Ver también Dupasquier, Ch. y Osakwe, P. N.: Foreign Direct Investment in Africa: Performance, Challenges and Responsibilities, African Trade Policy Centre, ATPC Work in Progress, núm. 21, September, 2005, pp. 13—16.

(7) UNCTAD: World Investment Report 2009, op. cit., p. 48.

(8) Asiedu, E.: “Foreign Direct Investment in Africa: The Role of Natural Resources: Market Size, Government Policy, Institutions and Political Instability”, The World Economy, vol. 29, núm. 1, pp. 63-77, January, 2006. ver también Onyeiwu, S. y Shrestha. H. “Determinants of Foreign Direct Investment in Africa”, Journal of Developing Societies, vol. 20, núm. 1-2, pp. 89-106, 2004.

(9) UNCTAD: World Investment Report 2009, op. cit., p. 46.

(10) Ibir., pp. 43—44.

(11) El Economista, art. cit.

(12) CNUCED: «Forte croissance de l’investissement (...)», art. cit. Ver también “Inversión extranjera directa (…)”, art. cit. Un análisis de los casos de India y China puede encontarrse en Parthapratim Pal, “Surge in Indian Outbound FDI to Africa: An Emerging Pattern in Globalization?”, s. l., s. f.

Silvio Baró es director del Centro de Estudios sobre África y Medio Oriente de La Habana (Cuba).


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