En estas Navidades (no) siente a un sionista a su mesa
Jueves 16 de diciembre de 2010 por CEPRID
From: AGUSTIN VELLOSO
To: subdirector@falternativas.org
Cc: prensa@falternativas.org
Sent: Friday, December 03, 2010 10:34 AM
Subject: Re: Encuentro con representantes israelíes- viernes 17 dic. Estimado Amigo:
Contesto de nuevo a las pocas horas de haber respondido positivamente a tu invitación para participar en el “encuentro-debate off-the record con representantes de la sociedad israelí el Viernes 17 de diciembre, en la Fundación Alternativas.”
En estas horas me he dado cuenta de que he cometido un error aceptando esa invitación, algo que tiene explicación como verás seguidamente
Ante el conflicto palestino-israelí me defino como anti-sionista y así consta en mis escritos que he publicado dentro y fuera de España desde hace años.
Como tal anti-sionista apoyo, entre otras formas de resistencia a la ocupación ilegal de Palestina y otras graves violaciones de la ley internacional por parte de Israel, la campaña mundial conocida como BDS (boicot, des-inversiones y sanciones contra Israel).
Esta campaña rechaza las conversaciones con sionistas y esto es algo claro para mí sin ninguna duda.
Sin embargo, cuando me ofreciste participar en un encuentro formado exclusivamente por sionistas –algunos muy notables-, en lugar de en uno (más habitual) formado por una parte sionista y otra no (o menos sionista por así decir) en el que además se incluye únicamente a dos representantes de los dos partidos políticos mayoritarios en España: uno del PSOE y otro del PP, así como a un relator encargado de levantar acta de lo aportado por cada participante, caí en el error de pensar que mi presencia podría merecer la pena porque:
No hay en el encuentro participación alguna de una voz contraria al sionismo y a las violaciones mencionadas, lo que da a entender que en España se promueve –y se sufraga- sin reparos ni oposición una reunión en la que los sionistas –por tanto los responsables de esas violaciones- discuten a sus anchas sobre lo que presentan ante audiencias internacionales como “conversaciones sobre la paz” y “diálogos plurales para avanzar en el proceso de paz”, pero que no son sino retorcidas justificaciones de aquellas violaciones.
Muestra de éstas es el gravísimo ataque contra Gaza del que ahora se cumplen dos años, tras el que no ha habido siquiera la posibilidad de celebrar un juicio sobre la responsabilidad de la muerte de 1400 personas, en su mayoría civiles “especialmente protegidos” según la Convención de Ginebra, 400 menores de edad entre ellos.
Mi aportación iba a ser, obviamente, denunciar en el encuentro esta situación y mostrar a la delegación israelí que el sionismo –una forma del fascismo hoy- no es aceptado de ninguna manera por la sociedad española que -en dura lucha contra el fascismo ayer- se ha dotado de un Estado democrático de derecho y firmante de la Carta de las Naciones Unidas y de la Declaración Universal de Derechos Humanos, aunque su gobierno no esté a la altura de lo firmado y del deseo de los ciudadanos y las instituciones muestren claros y preocupantes signos de deterioro.
Era mi intención además señalar en el encuentro que las conversaciones entre sionistas y sus partidarios, aunque se celebren gracias a la invitación de un país que se presenta ante el mundo como respetuoso con la ley internacional y defensor de una paz justa en Palestina, no adquieren por ello legitimidad alguna, ya que el sionismo es intrínsecamente ilegítimo en sus objetivos y sus medios.
La política de Israel, es decir, la puesta en práctica de esa ideología, de la cual forman o han formado parte varios de los participantes en altos cargos del Estado y del gobierno de Israel, no puede ser objeto de discusiones académicas entre éstos promocionadas y amparadas por España, cuando deberían ser objeto de condena y de discusiones sobre cómo hacerla desaparecer.
También era mi intención ante el estupor que previsiblemente iba a causar mi participación entre los participantes, pedir al “experto relator” encargado resumir las aportaciones de los participantes, según consta en la carta de invitación, que reflejase con claridad en las conclusiones mi postura aun siendo del todo minoritaria, que al menos constara en acta como suele decirse y que, como también dice esta carta, se uniese a las que van a ser publicadas en la web de la Fundación Alternativas.
Ahora esta petición te la hago a ti directamente, en la esperanza de que sigas valorando ahora como cuando me invitaste mi punto de vista discordante con el resto de invitados, y la publiques como te parezca conveniente en esa web.
No es con encuentros sobre la paz con los responsables y promotores –aunque sean principalmente intelectuales- como el Estado español y las fundaciones que subvenciona pueden contribuir –si es que en verdad lo desean- al logro de la justicia y en consecuencia la paz en Palestina, sino con el cumplimiento por parte de aquél de la legislación internacional y encuentros por parte de las fundaciones sobre cómo cumplirla aquí y hacerla cumplir allí, lo que incluye desde luego en primer lugar no admitir las políticas sionistas, que son precisamente las que socavan constante y enormemente la mera perspectiva de la paz, y no dar cabida a los que las defienden intelectualmente.
Por otro lado en tu correo no me comunicaste que tu invitación era amplia, es decir, que no iba dirigida solamente a mí sino a varias personas más, en particular expertos arabistas. De haberlo sabido no habría aceptado de ningún modo.
Insisto en que lo que me llevó a aceptar participar en el encuentro –inducido por tu presentación del mismo: “encuentro off-the record”, “a puerta cerrada”, sólo dos expertos españoles con voz, el resto oyentes- fue que no podía admitir que la delegación se fuera de vuelta a Israel sin que nadie les reclamase el cumplimiento de la ley internacional y les incriminara por justificar la política sionista.
Como me siento obligado a cumplir con la línea marcada por la campaña BDS respecto de la participación en actividades organizadas por y para sionistas, renuncio a hacer esa tarea de denuncia que considero necesaria. La seguiré haciendo en otros ámbitos como hasta hoy.
Ahora esta responsabilidad de denunciar queda en tus manos, incluso si no te sientes atado a la campaña BDS.
Saludos, Agustín Velloso.
No está de más concluir este intercambio de correos con un par de notas paralelas:
1. El embajador israelí, para cumplir con las instrucciones recibidas desde Israel, se reunió previamente con directivos de la Fundación Alternativas para proponerles la celebración del encuentro al que fui invitado.
2. Una persona perteneciente a uno de los departamentos de la fundación envió tras mi segunda respuesta a la Fundación este escueto mensaje a esos directivos sobre la misma:
CEPRID
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