¿Molesto a las personas presas si les escribo?
No. Las personas en prisión tiene una rutina diaria muy estructurada y la llegada de una carta supone un cambio agradable en su rutina.
¿Las personas presas se alegran de que les escriba unx desconocidx?
Sí. El objetivo del sistema penitenciario es aislar a las personas de su entorno. El pequeño pedazo del mundo exterior que introduces a través de tu carta en la cárcel sirve como método de lucha contra el aislamiento.
¿Cómo escribo la primera carta?
Lo importante es que veas el hecho de escribir cartas como una conversación «normal». También es necesario conocerse de forma lenta. La primera vez cuenta algo sobre ti, qué sueles hacer, cuáles son tus hobbies y, tal vez, cómo es tu día a día. También es positivo relatar cómo has obtenido su dirección y cómo has llegado a escribir. Intenta explicarte de forma breve para no invadir a la persona a la que escribe con mucha información. Es importante que desde el principio seas sincerx y abiertx y expliques con qué frecuencia vas a poder escribir para no generar falsas expectativas.
Entonces, ¿qué puedo escribir sobre mí en las cartas?
Puedes escribir sobre aquello que te gustaría conversar. Tal vez sobre lo que haces en tu día a día, sobre tus hobbies, cuáles son tus deseos, esperanzas y sueños. Está claro que también puedes escribir sobre el último concierto, tus últimas vacaciones y la última fiesta. Piensa que no hieres a quien escribes al mostrar que existe una vida «bella» ahí fuera, que una vida como la que esa persona tuvo aún es posible. En la cárcel es un cambio agradable soñar sobre lo que se haría si se fuese libre.
¿Puedo preguntar sobre su día a día o estoy, en este caso, superando una barrera que no debería de superar?
Puede que en las primeras cartas no sea un tema necesario, pero una vez os hayáis conocido mejor, para las personas presas es bueno escribir sobre su vida cotidiana. Ayuda a liberar frustraciones y, posiblemente, dentro de la multitud de rutinas y normas, descubrir pequeños espacios de libertad. Por supuesto que en este punto lo importante es que dejes claro a la persona con la que te escribes que no importa si no desea responder nada al respecto.
¿Y cuándo llevemos un tiempo escribiéndonos?
Cuando ya os conozcáis mejor, podéis comenzar a crear proyectos juntxs: escribir fanzines o libros, dibujar cómics, escribir novelas o artículos. En realidad no existen límites respecto a este punto.
¿Puedo discutir sobre política en las cartas?
Por supuesto que podéis utilizar las cartas para debatir vuestras ideas y tener conversaciones políticas, pero se debe tener en cuenta que las cartas no sólo pueden ser leídas por nuestrx compañerx, sino también por quienes las controlan (en caso de existir control). También debéis tener en cuenta que es posible que sea necesario tener este tipo de conversaciones cuando os conozcáis mejor. Trata de no criticar sus posturas, ni de que cambie su forma de pensar. Para quien está presx por motivos políticos esto es muy agotador.
¿Y qué pasa con los controles de cartas?
Se debe tener en cuenta que existe la posibilidad de que se lean las cartas, siendo indiferente el régimen en el que se encuentre la persona encerrada. Por ello se aconseja que no haya nombres en las cartas y que las mismas no describan organigramas. Por supuesto, no todo pasa por los controles de cartas, por lo que es recomendable revisar la información de la cárcel sobre lo que puede ser enviado.
¿Pero las cartas llegan?
Pueden llegar, pero no tiene por qué siempre ser así. Es una buena idea escribir siempre la fecha. Aparte, es recomendable numerar las cartas de forma consecutiva. Si repetidamente las cartas no llegan, se pueden enviar por correo certificado, y, así, lxs funcionarixs no podrán decir que no llegaron a la cárcel.
¿Puedo enviar artículos de periódico, folletos o similares?
Esto no es tan sencillo ya que, frecuentemente, este tipo de impresos no suelen llegar a las personas presas. Si el impreso tiene depósito legal y se envía el mismo, legalmente no pueden retenerlo. También es una idea hacer referencia al impreso en la carta y, quizás, escribir unas líneas sobre él. Después, se escribe el nombre del impreso en la lista de documentos adjuntos, considerándose éste un anexo ampliado y pasando a formar parte de la carta, haciendo menos probable su censura. También en este punto es recomendable informarse sobre la normativa de la propia cárcel.
¿Es necesario indicar el remite?
Sí, ya que las cartas sin remitente normalmente no llegan. También es válido como remitente un apartado de correos, la dirección de una asociación o similares.
¿A quién puedo escribir?
Se puede escribir a todas las personas que se encuentran presas. Para obtener información es posible buscar en internet. Antes de escribir, se debe comprobar su dirección en la cárcel ya que los siempre están actualizados los datos. En caso de no tener un contacto, la información se puede consultar en las siguientes páginas: «Prisioner Solidarity», «Solidarity International» y «Tokata. Boletín de difusión, debate y lucha social». También se puede consultar a colectivos relacionados con el tema.
¿Hay algo que debería meter en las cartas?
Suelen agradecer que se les metan sellos, así no deben pagarlos. Es conveniente informarse sobre la cantidad y el valor de los que se pueden enviar consultándolo en la propia cárcel.
Resumiendo, ¿qué debo hacer si deseo escribir a una persona presa?
- Tener claro con qué frecuencia le puedes escribir y a quién deseas escribir. En caso de no tener un contacto, puedes informarte en colectivos relacionados con el tema o consultar las siguientes páginas de los colectivos mencionados anteriormente.
- Comprueba la dirección y consulta qué restricciones existen en la cárcel.
- Escribe una primera carta para conoceros.
- Escribe simplemente sobre lo que quieras hablar.
- Explica en la carta cuál va a ser la frecuencia con la que vas a escribir. No olvides numerar la carta.
- Junto a la carta envía un par de sellos (es recomendable informarte sobre la cantidad permitida) y un sobre en el que escribas una dirección.
- Sólo queda enviar la carta, esperar una respuesta y volver a escribir.