ENTREVISTA A UN PEQUEÑO AGRICULTOR

“La agricultura ecológica no tiene que ser una etiqueta de venta o un mero trabajo, sino una forma de vida”

1.- ¿Qué es lo que te motiva a dedicarte a la agricultura, y dentro de ella a la agricultura ecológica? ¿Cuál es tu filosofía al respecto?

Bueno, de primeras es una forma de vida para mi. Aun siendo de pueblo no había estado muy vinculado a la agricultura, a pesar de que siempre había tenido una conciencia bastante arraigada en lo rural. Mi vida estaba siendo un poco estresante y me daba pocos frutos, muchas asambleas, curro, etc. Así que decidí dedicarme a algo que me gustaba y que consideraba que me podría dar tranquilidad -“salud mental” como lo llamo yo- y permitirme ser autosuficiente en lo máximo posible y poder vivir de ello y con ello. Opté por la agricultura ecológica, no por moda, sino por conciencia, una conciencia basada en la defensa de la madre tierra, en su buen uso, en producir comida rica y sana sin usar productos químicos, sin cambiar una farmacia por otra ya que ahora parece que para todo hay productos ecológicos, pero ¿quién los produce? ¿cómo? ¿a qué precios? ¿con qué objetivos? La agricultura ecológica no tiene que ser una etiqueta de venta o un mero trabajo, sino una forma de vida, buscando caminos hacia la autosuficiencia, la soberanía alimentaria y la agroecología.

2.- ¿Qué valoración haces del trabajo realizado hasta el momento?

Hasta ahora lo llevo bastante bien, he aprendido muchísimo en poco tiempo. Estoy metido en la red de Nekasarea, y cuento con un grupo de consumo responsable. Empecé con ocho familias y ahora cuento con diez, aunque no es fácil (calcular cantidades, escalonar, rotaciones, etc.) Mi intención es llegar a las veinte familias, pero quiero ir poco a poco, ya que incluso con diez me he visto justo; prefiero esperar, aprender y cuando vea que puedo abarcar mas, ir subiendo de familias poco a poco. Al principio era un poco lío, porque aparte de verduras, que es lo que yo produzco, en Nekasarea se ofrecen productos varios (pan, huevos, mermeladas, carne,…) todo de productores pequeños, conocidos y cercanos y que casi en su mayoría tienen productos ecológicos. Tenía que ir haciendo contactos en la cercanía, ir a recoger cosas, etc. Ahora ya me arreglo bastante bien. La verdad que es mucho trabajo, pero gratificante.

3.- ¿Con qué problemas o contradicciones principales te has encontrado hasta el momento?

El gran problema, el que creo que tenemos todos, es la tierra. Yo cuando decidí que me quería dedicarme a la agricultura, empecé a buscar terrenos, para alquilar y para comprar, aun sabiendo que no podría acceder a comprar un terreno, pero bueno, para tantear. En los sitios que mire me pedían unos precios exagerados. Todos los propietarios querían vender al precio actual, exagerado por la especulación y otras causas. Además, a pesar de no ser terrenos urbanizables te pedían las mismas cantidades que si lo fuesen. En cuanto al tema de los alquileres nadie se atrevía a alquilar el terreno para unos cuantos años, como yo quería, para poder llevar el proyecto hacia delante. Este es el gran problema general, sobre todo para la gente joven que queremos entrar en el sector. Yo he tenido la suerte de que me han dejado un terreno, pero me ha costado un año y medio encontrarlo.

Por otro lado, para mi, una de las mayores contradicciones es lo de pedir o no ayudas. Cuando empecé a buscar terrenos también empecé a mirar ayudas, preguntar a la gente…; yo siempre he sido muy anti-instituciones y no me veía pidiendo ayudas, pero preguntaba a la gente cercana que se dedicaba a la agricultura y me decía que las aprovechase, pero yo no lo tenía tan claro. Al final, al tener la suerte de encontrar este terreno, no tuve que ponerme ante esa situación, aunque ahora si que lo tengo mucho más claro: no las pediría ni por el forro. Te venden la idea de que te ayudan, pero al final pasas por el aro de las instituciones, tienes que seguir sus pautas y pierdes totalmente tu autonomía y tu rumbo. Aparte hay que tener dinero para poder acceder a las ayudas, ya que los adelantas tú, y no todos podemos hacer frente a ello.

4.- ¿Cómo ha sido y como valoras tu relación con otros productores?

La verdad que muy bien, ya conocía a bastantes productores desde antes, sobre todo a los del Duranguesado, pero ahora como estoy en la zona del Urdaibai me ha tocado relacionarme con los este lugar. Nos ayudamos mucho mutuamente, intercambiamos productos, participamos en auzolanas de vez en cuando, y luego aparte, los que participamos en Nekasarea, vamos a empezar a hacer asambleas mensuales de coordinación. Estamos mucho en contacto entre nosotros sobre todo en nuestro entorno más cercano.

5.- ¿Cómo ha sido y como valoras tu relación con los consumidores? (ej.: grupos e consumo)

Cuando me dejaron el terreno, contacte con EHNE Bizkaia, y les comente mi proyecto, ellos me dijeron que en Bilbao había una lista de espera bastante larga esperando a productores ecológicos, yo me comprometí a coger más o menos a ocho familias, ellos se pusieron en contacto con las familias, que eran todas sueltas, es decir, no un grupo ya creado, sino gente suelta interesada. Les citamos en una asamblea en el local donde dejaríamos las cestas, les explicamos todo, que es Nekasarea, como funciona, sus objetivos… y nos dimos todos a conocer y desde entonces va todo muy bien. Yo creo que es muy importante que haya mucha comunicación, estamos mucho en contacto por email, para intercambiarnos recetas, comentar la cesta de la semana, etc. Más o menos cada dos meses hacemos una asamblea y cada tres hemos quedado hacer un auzolan. Además, antes de empezar vinieron a ver de dónde salían las verduras y les explique cómo trabajaba.

Mi relación con l@s consumidor@s, entre comillas, no es solo de compra-venta, es una relación muy cercana, sincera y comprometida.

No tengo sello ecológico, ni pienso sacarlo por ahora. Sé que cumplo las condiciones, pero no es mi objetivo, no quiero participar en algo que puede llegar a ser una farsa como el Eusko Label, o que haya gente que tenga sello por motivo comercial y no por conciencia. Como a l@s que reparto les explico como es mi filosofía, no hace falta ningún sello. Con la relación directa y participativa como es la mía no hay problema. De ser un colectivo de gente suelta que ni nos conocíamos ahora hemos conseguido ser un grupo que funciona bastante bien y va creando conciencia entre sus componentes.

6.- Formas de organización y de propiedad (colectiva, individual, cooperativa, etc.) y distintas visiones que veas en la gente que se dedica a la agricultura ecológica.

Como bien comentas, hay varias formas de organización y de propiedad. A mi alrededor las formas de organizarse son más bien individuales (la mayoría parejas, forma de vida familiar, etc.). Hay gente que tiene terrenos de la familia y ha decidido darle continuidad, otras personas han comprado o alquilado los terrenos y hay gente como yo que trabaja en terrenos cedidos. Conozco a personas que funcionan de diferentes formas. Cuando estaba por empezar estuve sopesando varias posibilidades, como la cooperativa. Esta me parece una buena manera de funcionar, pero veo que se necesita mucho compromiso de tod@s, y no lo veía viable con mi grupo. En cualquier caso, valoro los proyectos colectivos de forma muy positiva, ya que dan cabida a abarcar más aspectos, a una mayor capacidad de trabajo, a un mejor reparto de responsabilidades, a dinámicas participativas, a compañía, etc.
Por lo que a mí me respecta, mi proyecto es “individual”, porque así ha surgido, me dejaron el terreno y había que continuar con el proyecto, pero no me cierro a nada, es más, me gustaría que fuese más colectivo. Montar una cooperativa lo veo difícil, pero si aspiro a hacer algo más comunitario. Siempre he sido partidario de compartir proyectos, y ahora me veo bastante individualizado, aunque con un apoyo del grupo de consumo responsable y de Nekasarea.

7.- ¿Cómo valoras las políticas agrarias que se dan o se han dado hasta el momento?

Bueno, hace poco se han dado algunos cambios en la P.A.C. (Política Agraria Común) y como siempre no ayuda a los pequeños productores, es más, contribuye en mayor medida a su desaparición que a su continuidad. Las políticas agrarias siempre van relacionadas con las grandes empresas y con formas de vida, funcionamiento y objetivos que nada tiene que ver con los nuestros. No digo que no haya que luchar para que la política agraria sea lo más justa posible, pero no me gusta esa dependencia de las instituciones (ayudas, decisiones…) Creo que deberíamos buscar la autogestión total, hacerlo por nosotr@s mism@s, sin necesidad de instituciones, ni de grandes empresas e intermediarios.

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