LA CONSTRUCCIÓN DEL ESPECTÁCULO TERRORISTA

«¿Y ustedes, (la señora Rafaela se refiere a los informadores) son los que le han detenido?»
La Vanguardia, 11 de Julio de 1996.

Este mundo no nos gusta. No nos gusta el Estado, el capital, que las relaciones y las pasiones se vean negadas pro la racionalidad de la mercancía.

Este mundo es absolutamente igual en todas partes. El Estado español, italiano, francés o danés, idéntica opresión, idéntico hastío.

Ya no existe un eje en la explotación ni ya lo hay en la revuelta; lo que queda son los individuos, decididos a subvertir el mundo junto a todos los demás: cada cual es el centro de su propia revuelta.

Subvertir el mundo quiere decir desembarazarse de las estructuras de poder, es cierto. Pero también significa darle otro sentido a las propias relaciones, vivirlas en la plenitud de la mutualidad y la complicidad. Sin delegar ni establecer estructuras sofocantes.

La revuelta no puede tener fronteras. Y las fronteras las podemos abatir sólo con el conocimiento, con los ligámenes directos entre rebeldes.

Sin centros ni directivas. pero siempre a la búsqueda de nuevas afinidades y y nuevos y excitantes lances.

Ejemplo Uno

La detención de Miguel, acusado por el jefe superior de Policía de Barcelona, Túbal Fernández de haber colocado nueve artefactos en el curso de seis años, se produce bajo la estela de la captura de un ermitaño norteamericano, en 1996, acusado de ser el autor material de las acciones reivindicadas como Unabomber. Este será, entonces, el arquetipo terrorista sobre el que se construirá el llamado “Montaje Iglesias”.

Los requisitos para la fabricación del terrorista anarquista del tipo romántico son:

a) persona aislada de lo social por alguna desgracia de causa ajena al individuo,
b) influida por la lectura de folletos o novelas a cuyos protagonistas emula,
c) y que comineza una cruzada personal contra ese mundo injusto.

Así comienza la construcción del caso: Miguel está en paro obrero desde 1990, y las acciones que la policía le imputa comienzan en 1991. Su actividad como trabajador conflictivo en la fábrica “La Pajarita” de Martorell, que le ha valido su inclusión en las “listas negras patronales” se obvia en el relato periodístico-policial. Su afiliación a CNT hasta el año 90 se convierte en “una organización sindical de inspiración libertaria en la que el detenido militó hace años”. En comisaría se define como anarco-individualista; la transcripción será la de “anarquista solitario”.

Según los relatos mediáticos el activista estadounidense habría inspirado sus acciones en un libro de Conrad “El agente secreto”, donde como en “El Dinamitero” de Stevenson, se utilizan los relatos de prensa de época para construir una narración sobre la base del activismo armado anarquista.
A Miguel, que según el jefe Túbal, despertó las sospechas policiales cuando se le ocurrió la extravagancia de leer clásicos anarquistas en un rincón del Parque Well, entre las acciones por la que se le han juzgado se encuentran algunas en cuyas reivindicaciones se encuentra la firma “Rosa de Foc”, (y algunas firmas más bellas como Partisans del destí), la Rosa de Fuego, nombre popular de la ciudad de Barcelona para las organizaciones anarquistas. Los periodistas pretenderán averiguar que los nombres provenían de la indigesta lectura del clásico libertario italiano Malatesta.
“En pie, compañeros, ha llegado la hora de luchar a muerte contra el Estado” apareció escrito en la pared del Inem en la primera explosión que se le imputa. Por el derecho de Autodeterminación de nuestra tierra, Por la Liberación Nacional y de Clase, aparecían en la última nota remitida. Pero, al contrario, estas llamadas a la acción colectiva se trastocan en el relato mediático en “una obsesión por la situación de paro que atravesaba”, por la que el forense de la Audiencia Nacional considera someter a un examen psiquiátrico a Miguel. Así ha sido la construcción del modelo de “petardista”, del terrorista idealista y solitario libertario.

Ejemplo Dos

Cuatro italianos son detenidos en diciembre de 1996 en Córdoba, acusados de intentar asaltar un banco y de dar muerte a dos agentes femeninas de la Policía municipal en su fuga. A ellos les corresponde, según la estrategia de Prensa-Interior, el arquetipo del terrorista anarquista, profesional de la clandestinidad e integrado en una organización cruel, armada e internacional.

Los cuatro italianos, que no son sino tres y un argentino, merecerán el calificativo de “profesionales de la violencia” al haber sobrevivido, tres de ellos con heridas de bala, y dos de ellos heridos graves, al cerco de la policía cordobesa. Policía que (con el salvoconducto de la psicosis por los artefactos que ETA ha puesto esporádicamente en la ciudad) había asesinado semanas antes a un atracador, cuestión que el gobernador civil explicó primero como suicidio y después como disparo fortuito de las fuerzas de seguridad.

En su huida fueron abatidas dos agentes, que pudieron venderse correctamente en el espectáculo luctuoso de las “víctimas del terrorismo”: su condición femenina les avalaba una inocencia probada. Aunque al final, hubo que admitir que el rehén, el segurata de la sucursal, quedó parapléjico por las balas de la propia policía, y que las dos munipas estaban en medio del tiroteo embisitiendo con su coche patrulla el automóvil donde los compañeros pretendían huir.

Pronto se les quiso ubicar como un apéndice huido al estado español de la fantasmagórica ORAI (Organización Revolucionaria Anarquista Insurreccio-nalista) y se les atribuirá, además, el asalto al viceconsulado italiano en la ciudad de Málaga, reivindicado por unos autodenominados “Corazones Libres”.

Su carácter de crueldad les vendrá dado no sólo por no haberse dejado cazar por las dos policías, sino porque uno de ellos, Giovanni, ya había sido involucrado en otra farsa, nada menos que el llamado “Montaje Silocchi”, donde se quiso criminalizar a algunos antiautoritarios revolucionarios relacionándolos con una pretendida trama “anarco-sarda” (sic), que se dedicaba al secuestro, incluyendo, como no, el corte de oreja para el secuestrado.

Lo de la Organización con mayúsculas, paso inicial para incluirse en el imaginario terrorista, responde a los dictados de un fiscal italiano (Marini para más señas, que hizo carrera en procesos contra las Brigadas Rojas) que intenta ganar prestigio, a costa de encerrar a quienes están precisamente abogando desde hace tiempo por una organización informal, basada en el encuentro ocasional de los grupos de afinidad sobre objetivos concretos, sin una pretensión cuantitativa ni acumulativa de los propósitos organizativos. Entre los compañeros que desde años reflexionan y actuan en esa dirección se encuentran Giovanni y Michelle, ya incluidos en los sumarios-montaje italianos.

La síntesis

La actitud insurreccional de ambos casos, reclama, con la suma de sus actitudes individuales, por la iniciativa en la lucha anticapitalista, superando así la parálisis de la actividad antiautoritaria, incapaz de transgredir los límites asignados por el Espectáculo de realizar una lucha cultural-educacional, mientras se espera pacientemente, al cambio espontáneo de las famosas condiciones objetivas y subjetivas, para que las mentes ortodoxas den el parabién cuantitativamente necesario que consiga alejar las acusaciones de aventurerismo en el ejercicio de la actividad armada.

Así, en el primero de los dos casos, una actividad de denuncia mediante explosiones para reclamar la atención social por los media, usando de este modo, el clásico método de la reivindicación explicativa atribuible a supuestas organizaciones colectivas, se vuelve gracias a los filtros sistémicos, en la actitud romántica de un individuo desequilibrado, indigesto de lecturas proselitistas que declara su guerra particular al mundo, pero que, al final, choca con la Realidad (el Espectáculo).

El segundo de los casos, una acción que entronca con una vida al margen del Estado, con un ejercicio de la ilegalidad que permite estar a parte de la esclavitud del trabajo asalariado, se trastoca por el arte mediático en la acción organizada de una trama internacional, donde la ternura del héroe solitario (el Montaje Iglesias) es ahora sangre fría del delincuente profesional (caso Córdoba). Los finales son bien distintos: la construcción del espectáculo terrorista ha devenido en libertad provisional en junio del 97 para Miguel y en petición de penas máximas con posibles repercusiones para los otros encausados en Italia en el montaje ORAI.
Pero, ¿cuál ha de ser nuestra actitud? ¿Espectadores de los sucesivos montajes, solidarios a la cristiana, desde la comodidad de un descansado protagonismo ajeno, o por el contrario, constructores progresivos de una izquierda salvaje, lejana de los modos de lo “políticamente correcto” y cada vez más propensa a la trasgresión de esa legalidad que nos reserva un papel (o dos) en su Espectáculo?.

MANIFIESTO

Nosotros, los Partisanos del Destino, combatientes por el derecho de autodeterminación, por la liberación de nuestra tierra, no permitiremos de ninguna forma, que nuestra población se sumerja en la pobreza y en la indignidad, por causa del no-reconocimiento de nuestros más elementales derechos, inalienables para cualquier ser humano de nuestro PAIS: el derecho al trabajo y a vivir la propia vida con dignidad.

Avisamos y declaramos a la burguesía catalana como nuestro enemigo, y de este modo, todos sus privilegios, concretados en cualquier forma de Capital, Propiedades, negocios o posesiones, son y serán objetivos de guerra por nuestra parte.

Acusamos a los gestores y administradores de Banca Catalana de apropiarse de la riqueza del pueblo trabajador CATALAN, en provecho y beneficio de los partidos políticos PP, CIU, PSOE, IU y ERC, cosa que no nos extraña.

Los partidos políticos PP, CIU, PNV, CC, son la voz de sus amos: de la patronal española CEOE, de la catalana Foment del Traball, de la navarra AENA y también de la patronal vasca, y han dado la fuerza necesaria para que se consolide el actual sistema político del Estado español, impidiendo el ejercicio del derecho que tienen TODOS los pueblos y naciones ibéricas a su autodeterminación si así lo juzgaran.

Ante estos hechos consumados los Partisanos del Destino de Catalunya, asumimos el atentado contra la oficina de Banca Catalana, situada en la Rambla de Catalunya. Esta acción contra los intereses de nuestro pueblo no será la última. Las siguientes serán más sonadas.

-Por el derecho a la autodeterminación de nuestra tierra.
-Por la liberación nacional y de clase
-Por una Catalunya socialista autogestionaria
-Por la creación de milicias populares y revolucionarias
-Por la autodeterminación de todos los pueblos ibéricos

España es una entelequia, acabemos de destruirla
Disolución de la Generalitat y de sus cuerpos represivos
Viva el Pueblo de Catalunya sin gobierno y sin estado

Partisanos del Destino. C.I.R.A.
(Traducido del catalán)

El Montaje ORAI

En Septiembre de 1996 se concretaba contra setenta compañeros italianos, un montaje liderado por el ambicioso fiscal Marini, que pretendía encarcelar a toda el área anarquista que durante los últimos veinte años había abogado públicamente en sus peródicos y mediante conferencias, por, entre otras cuestiones, la extensión del sabotaje difuso, defendiendo teóricamente la necesidad de la acción descentralizada, popular y anónima, contra los pequeños objetivos cotidianos al alcance de cualquier encolerizado en una situación propicia.

A estas gentes se les achaca la realización práctica de todos los hechos de estas características realizados durante estos últimos años a lo largo de toda la península itálica (derribo de torretas de alta tensión, sabotajes contra los supermercados de Berlusconi, y otras acciones similares) construyendo la fiscalía para tal efecto una supuesta Organización jerárquica dividida en dos niveles; los teóricos, que mediante sus publicaciones enervaban los ánimos y seleccionaban objetivos,y la sección práctica que los ejecutaba y los financiaba con sus asaltos. En esta última pretendida sección los fiscales italianos intentan englobar a los detenidos en Córdoba.

El montaje policial inventa así una Organización, usando la publicación de unas conferencias hechas en Grecia por compañeros sicilianos, y arrancando uno de los capítulos de las mismas (posteriormente publicadas en formato libro) el tal Marini se inventa un Programa (el texto del capítulo) y unas iniciales para La Organización (que corresponden a las del título del capítulo).

Por más que parezca ridículo el montaje, una veintena de compañeros permanecen en las prisiones italianas y francesas a la espera de un macro-proceso que se celebrará a finales del 97. La criminalización de los sectores libertarios que abogan por la acción directa cotidiana en todos los órdenes de la vida, está servida. En su contra, toda nuestra complicidad.

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