CEPRID

Otra traición de la Autoridad Palestina

Martes 13 de octubre de 2009 por CEPRID

Khalid Amayreh

Palestine Think Tank

Traducido para el CEPRID por María Valdés

La decisión de la Autoridad Palestina (AP) de aplazar hasta el mes de marzo la votación sobre el “informe Goldstone”, en el Consejo para los Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDHNU) en Ginebra, constituye una enorme traición al pueblo palestino.

Así mismo, esa vergonzosa y estúpida hazaña favorece inmensamente el objetivo israelí de encubrir los crímenes de estilo nazi que su ejército de ocupación cometió durante su manifiestamente criminal guerra contra la Franja de Gaza de hace nueve meses.

Si el CDH hubiera refrendado el informe, posiblemente se habría allanado el camino para poder enjuiciar a los criminales de guerra israelíes ante la Corte Penal Internacional (CPI), así como en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.

La AP ha dado una gran cantidad de pretextos, falaces en su mayoría, para justificar el acto escandaloso que muchos palestinos, la gente normal y los intelectuales, han descrito como una exhibición de traición nacional.

Sin duda, los palestinos tenían de su parte una sólida mayoría de 33-35 estados miembros de los 47 componentes del Consejo, lo que significa que el CDH podía haber avalado fácilmente el informe de la Comisión Goldstone y que podía habérselo trasladado a la Corte Penal Internacional o al CIJ.

Por tanto, la única interpretación real de la decisión de la AP de aplazar la votación sobre el informe es que el régimen de Ramallah tan sólo quería aplaciguar a Israel y a la administración Obama, independientemente de los desastrosos efectos y ramificaciones que tendría para la causa palestina, especialmente para las abandonadas víctimas de los crímenes de guerra cometidos por Israel en la Franja de Gaza.

Bien, si Israel puede salirse con la suya tras asesinar a 1.300 palestinos y destruir completamente la mitad de Gaza, el próximo holocausto probablemente asumirá proporciones europeas. Después de todo, el mundo no puede ser más palestino que los mismos palestinos. Hay informes que dicen que antes de tomar esa decisión, el Presidente Obama intervino personalmente pidiendo a la dirección de la AP que dejaran de presionar a favor del informe ya que , según él, se debilitarían los esfuerzos diplomáticos “esfuerzos diplomáticos”. Por otra parte, otro informe indicaba que la AP había llegado a un acuerdo con Israel mediante el cual el régimen del apartheid sionista había acordado conceder una licencia [de telefonía] para una empresa cuya propiedad parcial ostentan una serie de ricos hombres de negocios vinculados con la AP a cambio de que aceptaran aplazar la discusión del informe Goldstone en el CDH.

El embajador de la AP ante las Naciones Unidas en Ginebra, Ibrahim Khreishi, fue citado diciendo que el liderazgo palestino estaba interesado en un “texto de compromiso” y que eso “nos ayudará a explicar a los israelíes que la comunidad internacional está con los palestinos para que consigan sus esperanzas y sueños”.

¡Qué estupidez! Después de más de 42 años de criminal ocupación militar, ¿todavía tenemos que explicar nuestro sufrimiento a los israelíes? ¿Cree realmente el Sr. Khreishi que todo lo que los israelíes necesitan para desistir de sus crímenes nazis contra nuestro pueblo es sólo una “explicación convincente”? ¿Cree el embajador de la OLP que un “texto de compromiso” conseguiría que los despreciables matones y criminales de guerra de Tel Aviv reconsideren su criminal actitud vis-á-vis con los palestinos?

Y, en cualquier caso, ¿qué significa un “texto de compromiso”? ¿Acaso Israel no cometió sus crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad intencionada y deliberadamente contra un pueblo inocente en Gaza? ¿Es que acaso Israel no derramó una orgía de muerte, utilizando toda la letal tecnología de vanguardia estadounidense sobre indefensas barriadas de civiles, asesinando y mutilando a miles de hombres, mujeres y niños inocentes? ¿Acaso Israel no inundó con fósforo blanco grandes zonas de Gaza, incinerando toda vida inocente sobre el territorio costero? ¿Es que Israel, deliberadamente y a sabiendas, no escupió infinidad de bombas contra hogares, mezquitas, facultades, hospitales y escuelas de toda Gaza?

Entonces, ¿cómo es que cualquier ser humano que tenga algo de honestidad y moralidad puede estar tratando que esos crímenes parezcan menos viles y menos nefastos alcanzando un acuerdo para adoptar un “texto de compromiso”?

De entre todas las personas del mundo, nosotros, palestinos, debemos llamar pan al pan y no colocar una baza en manos de quienes nos arrasan, nos torturan y asesinan a nuestros niños. El ejército, la marina y la fuerza aérea judeo-nazis han asesinado masivamente a nuestro pueblo en Gaza y La Ribera Occidental [Cisjordania]. Cometieron sus horrendos crímenes a la luz del día y a la vista de todo el mundo. No hubo circunstancias atenuantes ni relatos contradictorios acerca lo que realmente sucedió. Los llamados “cohetes Qassam” no fueron más que una falacia y no deberían utilizarse en la misma frase junto a la atroz maquinaria de muerte israelí, ya que la enormidad y letalidad en ambos casos es totalmente incomparable.

Y, sobre todo, la persona que preparó el informe, Richard Goldstone, es judío, es, en la actualidad, un judío sionista que nunca aumentaría ni exageraría esos crímenes de guerra contra un pueblo casi totalmente indefenso cuya misma supervivencia física ha dependido siempre y continúa dependiendo de la buena voluntad de la comunidad internacional.

Por tanto, al pueblo palestino, las víctimas que más tiempo llevan sufriendo un racismo genocida, y a todo el mundo libre alrededor nuestro, les gustaría saber qué es lo que hace que los dirigentes palestinos en Ramallah y su desorientado embajador en Ginebra se arrastren de manera tan sumisamente frente a la presión sionista. ¿Es que no tienen ni una pizca de honor ni dignidad nacional? Después de todo, estamos hablando de auténticos crímenes y de cientos de niños asesinados sin piedad por el ejército de esos matones portavoces del sionismo que están ahora alardeando descaradamente de haber conseguido que el embajador de la AP colabore con ellos en la causa propagandística de Israel.

Sin embargo, probablemente es injusto echarle toda la culpa a Khreishi, un simple funcionario que tenía que atender las estúpidas instrucciones de Ramallah. Así es, pero Khreishi debería haber renunciado [como embajador ante la ONU] antes que prestarse a formar parte de un ignominioso acto de traición nacional. Pero el villano final, desde luego, es el judenrat [autoridad judía designada por los nazis en Polonia] palestino en Ramallah, ya acostumbrado a sacrificar los intereses nacionales palestinos en aras de aplacar a Israel y contentar a la administración Obama, con la esperanza de obtener una “recompensa” de algún tipo.

Sin embargo, es curioso que la única “recompensa” que hemos visto hasta ahora que haya recibido la AP, de la que somos testigos desde hace mucho tiempo, es la de nuevas expansiones de asentamientos judíos por Cisjordania, más provocaciones judías en la mezquita de Al-Aqsa y más violencia y terror judíos contra indefensos ciudadanos palestinos en la Ribera Occidental [Cisjordania] como en la Franja de Gaza.

En cuanto a la administración Obama, también ha estado “gratificando” a la AP por su perfidia y traición a su propio pueblo haciendo la vista gorda ante la expansión de los asentamientos israelíes e insistiendo en que la AP debe reanudar las negociaciones con el arrogante gobierno de Benyamin Netanyahu sin condiciones previas.

La gente que no se respeta a sí misma no merece respeto por parte de los demás. Además, una autoridad que atormenta, tortura y mata a sus propios ciudadanos para agradar a las fuerzas de ocupación israelíes y obtener de ellas un certificado de buena conducta está totalmente descalificada para ser un verdadero representante del pueblo palestino. Por último, se puede asumir con toda probabilidad que la AP tiene tanto miedo como Israel ante una discusión rigurosa del informe Goldstone. Según determinadas fuentes, la AP había instado a Israel a proseguir hasta el final su guerra criminal contra la Franja de Gaza. Se cree también que Israel posee pruebas irrefutables que muestran que algunos funcionarios de la AP le pedían proseguir la guerra en Gaza con el fin de aplastar a Hamas.

Por lo tanto, es muy probable que la AP se esté encontrando en una situación muy embarazosa, que explicaría por qué quiere que en mucho tiempo no se lleve a cabo una discusión pública sobre el informe Goldstone, porque eso revelaría muchos impactantes y embarazosos secretos sobre la connivencia de la AP con Israel en la masacre nazi perpetrada contra la Franja de Gaza.


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