IRAQ. NUEVE AÑOS DE SANCIONES GENOCIDAS

Entre el Tigris y el Eufrates, cuna de Mesopotamia la primera civilización, se encuentra Iraq. Con 22 millones de habitantes, el 70 % de los cuales pertenece a zonas urbanas. Iraq es un país que desde el año 1972 tiene nacionalizado el petróleo. Vive unos abatares históricos que desde el derrocamiento de la monarquía a principios de los años 50, la instauración de un régimen republicano y posteriormente distintos golpes de estado y cambios de poder entre diferentes organizaciones y dentro del propio aparato Baas, el partido gobernante en la actualidad, determinan que lo que se configura en Iraq es un régimen de partido único, ciertamente, pero con un fuerte componente socializante. En el sentido de gestión planificada, centralizada y socialista de la economía.

La Guerra del Golfo supuso el despliege de un aparato militar sin precedentes («En los primeros 19 días de guerra, el tonelaje de bombas arrojadas sobre Iraq fue tres veces el utilizado durante toda la Segunda Guerra Mundial. El volumen de bombas lanzado sobre Iraq duplicó al de la guerra de Vietnam y triplicó al de la Guerra de Corea. La mayoría de esas bombas fueron mucho menos discriminatorias de lo que los medios de comunicación civiles y militares calificaron como “golpes quirúrgicos”. Alrededor de 90.000 toneladas de explosivos fueron lanzados por las fuerzas de la coalición de la guerra, de las cuales solamente 7.400 (el 7%) correspondían a armas consideradas de precisión. Al menos el 20% de ellas erraron sus objetivos, al igual que entre el 50 y el 70 % de las armas no consideradas de precisión. En total se realizaron 109.876 misiones de bombardeo: una cada 34 segundos, 24 horas al día, durante siete días a la semana. La segunda fase de los ataques aéreos tuvieron como objetivo específico la infraestructura civil (iraquí) como puentes, plantas eléctricas y otras instalaciones esenciales. Además la artillería y los misiles lanzaron otras 20.000 a 30.000 toneladas de explosivos. (…) Según fuentes oficiales del Pentágono, la mayor parte de la destrucción causada fue militarmente innecesaria, estando destinada a amplificar a largo plazo sobre la sociedad iraquí los efectos económicos y psicológicos de las sanciones) [[ «Report to the secretary general on Humanitarian needs in Kuwait and Iraq in the Immediate post-crisis Enviroment by a Mission Led» by Mr. Martti Ahtisaari, United Nations, Ginebra, marzo 1991. Traducción del castellano en Nación Árabe, VI,15.]] Y el estreno del Nuevo Orden Mundial según el cual se puede invadir, bloquear, sancionar, intervenir, matar y/o castigar en cualquier parte del mundo según los intereses de Estados Unidos y Occidente
Desde agosto de 1990 Iraq sufre sanciones económicas y un bloqueo internacional que está teniendo un terrible impacto humanitario. Este genocidio del pueblo iraquí sólo se explica, en palabras de James Baker (ex-Secretario de Estado Norteamericano), como un intento de «devolver a Iraq a la Edad Media».

La resolución 986 «petróleo por alimentos» que entró en vigor en diciembre de 1996 apenas ha aliviado la crisis humanitaria en Iraq ya que no cubre ni el 20 % de las necesidades mínimas del país. La 986 autoriza a Iraq a exportar 5.000 millones de dólares al semestre en petróleo. Estos ingresos pasan a una cuenta secuestrada. De esa cuenta NNUU destina 1/3 al pago de la deuda de guerra, otra parte va a pagar las operaciones de las comisiones de desarme y otra parte a los gastos de las agencias de ayuda humanitaria de la ONU. Debido a estos pagos y a la caída del precio del petróleo la cantidad autorizada a Iraq de 5.000 millones de dólares al semestre se ha reducido a poco más de 1.000 millones para la compra de productos de primera necesidad.

Esa nacionalización del petróleo en 1972 determinó que hubiera un proceso notorio de inversión social en el país. Iraq es un país que tenía un régimen de economía centralizada, socializada, planificada con servicios sociales gratuitos, universales y eficaces.

La educación era (y sigue siéndolo) gratuita, laica y mixta; desde el parvulario hasta los cursos de postgrado universitario. A finales de los años 60 el 68% de la población era analfabeta; actualmente sólo queda un 6% de la población adulta analfabeta. Hoy debido al embargo el 21% de l@s niñ@s no asiste a la escuela para trabajar y ayudar así a la economía familiar. La mitad de las 10.000 escuelas no pueden ser utilizadas. Las sanciones impiden la importación de lápices (debido a que tienen la mina de grafito) y de papel (ya que el Consejo de Seguridad opina que podría utilizarse para editar periódicos o propaganda de régimen). Se necesita material escolar, mobiliario, material de laboratorio, libros, etc. pero el embargo no permite su importación.

En cuanto a la sanidad Iraq tenía los índices más avanzados de la región; se llegaron a tener más de 30.000 camas en unos edificios avanzados y muy modernos. En 1989 el 93% de la población tenía acceso a una sanidad pública gratuita, e Iraq exportaba medicamentos. Hoy sólo el 39 % de los pacientes puede recibir medicamentos; quien deba operarse debe de buscar la anestesia en el mercado negro. La mitad de las 30.000 camas hospitalarias no pueden ser ocupadas. Actualmente no pueden conseguir piezas de recambio para miles de aparatos médicos (por ejemplo han accedido a que importen la caja de la incubadora pero les han prohibido importar el aparato que les proporciona oxígeno). Los medic@s no pueden asistir a simposiums o congresos de medicina, ni recibir revistas médicas especializadas. No pueden importar nitroglicerina para evitar el infarto, ni nitrato de amonio, ni tampoco cloro. La necesidad de calorías de un ser humano esta alrededor de las 2.500 diarias; antes del embargo el promedio era de 3.500 calorías diarias por persona. Ahora, en el mejor de los casos, apenas se consiguen las 1.100 calorías diarias. El precio de una caloría alimenticia se ha multiplicado por más de 500 desde el principio de las sanciones, los sueldos sólo un 1,3. Antes de embargo, el 7% de los niños iraquíes sufría obesidad. Hoy la malnutrición infantil es comparable a la del África Subsahariana. Más de un millón de niñ@s padece malnutrición (más del 60% de l@s menores de 5 años); de ell@s, 200.000 aguda. Si sobreviven nunca recuperaran un desarrollo físico e intelectual normal. A causa de las carencias nutricionales de sus madres un@ de cada cuatro bebes nace con bajo peso, cinco veces más que antes del embargo. La mortalidad infantil se ha multiplicado por 6. Sobre una población de 22 millones de iraquíes, han muerto a causa del embargo 900.000 niñ@s (5.000 al mes) y una cifra similar entre los sectores más vulnerables de la sociedad.

El embargo, combinado con los continuos bombardeos, está llevando al país a una situación humanitaria realmente sangrante.

La renta per cápita en 1989 era de 2.800 dólares. Hoy, el 70% de la población vive por debajo del umbral de la miseria. En 1990 un dinar iraquí correspondía a tres dólares, hoy un dólar son 1.700 dinares.

El embargo tampoco les permite exportar piezas y maquinaria necesaria para la extracción del petróleo por lo que muchos pozos están siendo dañados o inutilizados de manera irreversible.

La solidaridad con el pueblo iraquí no es sólo una exigencia humanitaria debido a los efectos genocidas derivados del embargo y las continuas agresiones yanquis; el fin de las sanciones a Iraq ha de percibirse como un objetivo clave, ineludible en la reconstrucción de un orden más justo en Oriente Medio, una región que como señala Mahmud Darwiish, es el laboratorio de un «Nuevo Orden Internacional» que comprende la palabra paz como sinónimos de humillación, muerte, dependencia y miseria de los pueblos. Más allá de la naturaleza política de los gobernantes está la solidaridad internacionalista de los pueblos, Iraq no necesita ayuda humanitaria sino que se levante el embargo que lleva nueve años padeciendo, esa es nuestra lucha y denuncia.

Eva Máñez

(Radio Klara, libre y libertaria. Valencia)

Para más información:
– Revista Nación Árabe Nª18 “La mujer iraquí frente al bloqueo” Bela Bhatia, Mary Kawar y Mariam Sharin.
– Informe de la segunda delegación a Iraq (Campaña por el levantamiento de las sanciones a Iraq) Editado por el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe y el Ayuntamiento de Coslada (Madrid), 1995.
– «Guerra y Sanciones a Irak. Naciones Unidas y el «nuevo orden mundial». Carlos Varea y Ángeles Maestro (eds.) Los Libros de la Catarata y CLSI, Madrid, 1997.
– «Iraq un genocidio políticamente correcto». Cuadríptico editado por Campaña por el Levantamiento de las Sanciones a Iraq. Madrid 1999.

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