CEPRID

Siria y el nuevo modelo de las transformaciones internacionales

Miércoles 18 de enero de 2012 por CEPRID

Alexander Mezyaev

Fondo de la Cultura Estratégica

Traducido para el CEPRID (www.nodo50.org/ceprid) por María Valdés

A principios de diciembre Rusia asumió la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU afirmando que Siria no estaba en la agenda del CS ese mes. Sin embargo, el tema de Siria se ha convertido en objeto de permanentes debates acalorados durante las consultas oficiosas y apareció en las discusiones sobre la situación en el Medio Oriente. Teniendo en cuenta que el presidente de EEUU, B. Obama, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, están vendiendo la primavera árabe como un modelo para los nuevos cambios de régimen Siria simplemente tiene que estar en el foco de la política internacional.

Rusia abrió su presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU mediante la difusión de dos proyectos de resolución el 15 y el 24 de diciembre. El primero de ellos, co-escrito por Moscú y Beijing, llamando a la administración de Siria a acelerar las reformas al tiempo que expresaba su apoyo a los esfuerzos de la Liga Árabe para desactivar la crisis en Siria, incluido el despliegue de una misión de observadores al país. El representante ruso en la ONU, V . Churkin rechazó la demanda de Occidente sobre omitir en el documento las referencias a los actos de violencia perpetrados por los extremistas   y subrayó que el embargo de armas no era una opción. Como era de esperar, la posición adoptada por Moscú atrajo una reacción negativa de los representantes occidentales en el Consejo de Seguridad de la ONU. Alemania torpedeó ambas resoluciones ofrecidas por Rusia (el 4 de octubre el proyecto de resolución lanzado por Berlín fue vetado por Moscú y Beijing). El representante de Alemania dijo que el proyecto de resolución de Rusia "era insuficiente" y no va lo suficientemente lejos para satisfacer las necesidades de los países occidentales (1).

Mientras Occidente explica en el Consejo de Seguridad de la ONU que la situación en Siria es diferente de la de Libia, el escenario que se marca de una posible intervención es idéntico. La única diferencia real es que en el caso de Siria el plan de fuertes medidas internacionales se estancó en el Consejo de Seguridad de la ONU, y una de las consecuencias es la incapacidad para dar paso a la Corte Penal Internacional.

La maquinaria represiva de la comunidad internacional se está preparando para un nuevo ataque teniendo en cuenta la intensidad con que se actúa en la ONU: el Consejo de Derechos Humanos, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos y el investigador especial de la ONU para Siria están haciendo campaña contra el país.

La situación en Siria fue objeto de escrutinio durante tres sesiones especiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en abril, agosto y diciembre, con una comisión "independiente" de investigación creada en la segunda sesión que se reunió los días 22 y 23 de agosto. El 2 de diciembre la tercera reunión aprobó una resolución condenando al gobierno de Siria. Cabe señalar que sólo 47 de los casi 200 de los países de la ONU están representados en el Consejo de Derechos Humanos y solo 37 votaron por la resolución y el establecimiento de la comisión de investigación. En respuesta a la medida, el representante de Rusia, V. Loschinin advirtió claramente en contra de cualquier intervención en Siria con pretextos como la población civil o la protección de los derechos humanos (2). La postura de Rusia tiene al menos dos conclusiones fundamentales:  Rusia ve que la crisis en Siria es impulsada desde el exterior y Moscú sospecha que las referencias a los abusos de derechos humanos en el país son un pretexto para un juego con objetivos completamente diferentes.

El informe de la comisión "independiente" fue publicado el 23 de noviembre. La idea central es que Siria no cumple con sus obligaciones internacionales en la esfera de los derechos humanos. Los investigadores ni siquiera viajaron a Siria, pero lograron reunir suficientes evidencias para afirmar que se habían cometido crímenes internacionales (3). El Comité de la ONU contra la Tortura se unió a la campaña anti-siria a finales de noviembre afirmando que la administración del país permitía torturas a la población, incluidos los niños.

La Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay es tan hiperactiva con Siria como solía ser con Libia. Afirma lo mismo, que la administración de Siria asesina a su propia población, incluidos los niños, aunque admitiendo que no tiene pruebas de ello a su disposición inmediata pero se basa en los informes que afirman haber visto cadáveres en las calles de Siria. Pillay estima el número de muertos en Siria en más de 5.000, de nuevo afirmando que no materiales para apoyar esa evaluación pero afirmando que confía plenamente en sus fuentes de información. El número, según Pillay, incluye tanto a los civiles, como a desertores del ejército que se negaron a abrir fuego contra ellos y por lo menos 300 niños. Pillay también es la principal instigadora de la actual histeria anti-rusa. El representante francés ante la ONU, opinó después de su informe [de Pillay] que las circunstancias ponen de manifiesto que la situación es aún más aterradora que en Libia y criticó la posición de Rusia como "escandalosa". Desde agosto, Pillay ha estado presionando para que el Consejo de Seguridad de la ONU lleve a Siria a la Corte Penal Internacional. Siria no está entre los firmantes de Estatuto de la Corte, por lo que el fiscal de la Corte no puede abrir una investigación por su cuenta. Desde una perspectiva más amplia, Siria al no ser un país signatario del Estatuto implica que el Consejo de Seguridad no tiene autoridad para remitir su caso a la Corte.

El 19 de diciembre, una resolución sobre Siria fue aprobada por la Asamblea General de la ONU por 133 votos, con 11 países que votaron en contra y 3 se abstuvieron. La falla fundamental de la resolución es que se condena, y se demanda, exclusivamente a la administración siria. El enfoque adoptado es el mismo que en Libia, casi a punta de pistola: los insurgentes armados fueron tratados como "la población civil", mientras que las necesidades de la población civil real que cuenta con la protección del gobierno fueron ignoradas.

Ni el informe de la comisión "independiente" de investigación, ni las resoluciones producidas en serie por el Consejo de Derechos Humanos reflejan la realidad de Siria. En cuanto a la información suministrada por la administración siria, también está por comprobar. A finales de junio Siria notificó a la Alta Comisionada de Derechos Humanos que 206 soldados del ejército y efectivos de seguridad habían muerto en enfrentamientos armados, pero no hubo reacción. La cifra de muertos se elevó a 600 el 20 de agosto de 2011 y a 1.100 al 19 de octubre de 2011, llegando a más de 2.000 a finales de diciembre. Mientras tanto, la Alta Comisionada de Derechos Humanos finge tener un problema de audición e incluso evita reconocer el hecho de que los ataques terroristas se producen en Siria.

Un acuerdo sobre el estatus de grupo de observadores de la Liga Árabe a Siria fue firmado en El Cairo el 19 de diciembre. Parte del acuerdo es la creación de una nueva comisión internacional de investigación que debe compilar una imagen realista de lo que está sucediendo en Siria, vigilar el cumplimiento de la obligación de cesar la violencia y, finalmente, presentar un informe a la Liga. El gobierno de Siriaindicó que rubricó el acuerdo basado con el asesoramiento de Rusia. Sin embargo, la primera posición de la Liga Árabe en Libia y el tratamiento actual respecto a Siria (la Liga ha suspendido de membresía a Siria el 12 de noviembre) deja una pequeña posibilidad de que la Comisión presentará una evaluación justa.

El derecho internacional y sus principios fundamentales, a los que el Consejo de Seguridad debe ceñirse estrictamente, debe servir como base para la resolución de la crisis de Siria. El proyecto de resolución de Rusia que prohíbe el uso de la fuerza por uno y otro lado abre la oportunidad para una solución pacífica y jurídica en Siria. La prioridad hoy debe ser evitar que el nuevo modelo de las transformaciones internacionales sea puesto a trabajar en Siria; de lo contrario, la soberanía de una serie de países, no sólo Siria, se verá amenazada y cientos de miles de vidas humanas se verían expuestas a graves riesgos.

NOTAS:

1.

2. Informe del Consejo de Derechos Humanos en su decimoctavo período extraordinario, el documento de la ONU A/HRC/S-18/2. 02 de diciembre 2011

3. Informe de la comisión internacional independiente de investigación sobre la República Árabe Siria, el documento de la ONU A/HRC/S-17/2/Add.1


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