Dwigth Macdonald, Ediciones El Salmón, 2017

La obra nos ayuda a saber, a lo largo del pasado siglo, sobre la cultura de izquierda radical norteamericana y, en ella, la participación del autor. Cultura harto desconocida, a pesar de la creencia general en lo contrario. Dwigth Macdonald (1906-1982), crítico literario y de cine, combina el ensayo político con la militancia en la calle. Como Murray Boockchin, compañero de tertulias políticas, pasa de bolchevique a trotskista, hasta que Macdonald en 1944 rompe con el marxismo para acercarse a posiciones libertarias y pacifistas. Configuran el pensamiento del autor los grandes temas de la época: la creciente burocratización de la extinta Unión Soviética, los horrores de las confrontaciones bélicas y la tan larga como amenazante sombra de la bomba atómica. Sin embargo, para él y otros trotskistas críticos, el punto de inflexión en su pensamiento, lo constituye la ausencia de la tan esperada y deseada revolución proletaria propiciada, a su entender, por la II Guerra Mundial.

La raíz es el hombre, publicada en inglés en 1953, está dividida en dos apartados. En el primero, el autor cuestiona la versión del mundo marxista y las propias prácticas marxistas. En el segundo, comenta tres textos fundamentales de Marx, entre ellos El Capital, y cuestiona las ideas de ciencia, progreso y método científico en la búsqueda hacia un nuevo concepto de acción política, hacia un nuevo radicalismo.

Nuevamente es de agradecer la edición en castellano de la obra, así como recomendar, una vez más, su lectura.

JM

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